En el marco de la apertura del juicio oral por injurias graves con publicidad, el querellante Andrónico Luksic —que es accionista mayoritario de Canal 13— prestó su declaración respecto a los insultos que profirió en su contra el diputado desaforado Gaspar Rivas durante una sesión de la Cámara.
Luksic señaló haber sido "insultado en mi honra personal por una persona que no había conocido nunca en mi vida, no conocía su existencia hasta que me informé de todos los distintos insultos que fui objeto por parte del diputado Rivas”.
Además, dijo que estaba “tremendamente herido, sorprendido. Encuentro penoso que estemos cayendo en este tipo de cosas con un diputado de la República”.
El empresario calificó como "terriblemente doloroso en lo personal y en lo familiar" el asunto y aseguró que "hace muchos años que nadie con ese vehemencia, repetidas veces, ratificado públicamente, me había llamado un hijo de puta, y por eso que estoy acá".
La audiencia se realizó en el 8º Juzgado de Garantía y el caso se remonta a abril de este año, cuando el empresario estimó que unas declaraciones que hizo Rivas aludiéndolo a él en la sala de sesiones de la Cámara eran injuriosas. Por este motivo recurrió a la acción judicial.
Durante la discusión de la agenda corta antidelincuencia, Rivas se refirió a Luksic como "el máximo delincuente que tenemos en los últimos días" y añadió que "es un hijo de puta".
Cuando presentó la querella en mayo pasado, el empresario hizo un llamado para que "hagamos un esfuerzo para que no siga esta escalada de descalificaciones tan tremendas y tan grandes".
Rivas, por su parte, recibió su desafuero sin recurrir a la Corte Suprema y desistió de disculparse: "Yo no me voy a arrepentir de nada de lo que he dicho, no tengo por qué pedir disculpas por lo que siento", señaló.
Al término de la audiencia, el empresario debió ser escoltado por personal de Gendarmería mientras se desarrollaba una manifestación del grupo "No Alto Maipo" en las afueras del Centro de Justicia. Entre los incidentes, Luksic recibió un objeto contundente en su cabeza.