No hay nadie en el gobierno que no reconozca que se viven los días más dificiles de la pandemia del Covid 19 en Chile. Con las cifras de contagios en un alza sostenida y el temor permanente de que se llegue al límite en la ocupación de camas UCI, La Moneda ha vivido días complejos, con un rostro que ha concentrado casi todas las críticas: el del ministro de Salud, Enrique Paris.
En la semana que recién pasó, el secretario de Estado tuvo una alta exposición mediática. Y con varias polémicas a su haber. Una de las más llamativas fue cuando aseguró que los periodícos norteaméricanos The New York Times y The Washington Post se habían puesto “de acuerdo” para cuestionar el manejo de la pandemia del gobierno chileno, luego que ambos medios de comunicación resaltaran que pese al exitoso proceso de vacunación se había instalado un exitismo y una “falsa confianza” que había motivado medidas que terminaron por agravar la crisis sanitaria.
También hizo alusiones a comentarios emitidos en programas de televisión y se mostró desafiante al decir que seguirían vacunando “le duela a quien le duela”. Y el sábado, al cerrar la semana, volvió a criticar el tono con que abordaban la pandemia los matinales de TV, recomendando incluso otro tipo de coberturas.
Un tono que cambió abruptamente este lunes. Citando al Presidente Sebastián Piñera, Paris aludió a las críticas asegurando que el gobierno nunca subestimó el impacto de la pandemia. Y luego, enfatizó en los llamados a la unidad ante el complejo momento que atraviesa la situación sanitaria en el país.
"Todos estamos viviendo una situación preocupante en relación a la pandemia, incluidas las autoridades del Gobierno, el Presidente, el ministro quien les habla y el equipo de trabajo", subrayó. "En general, creemos que necesitamos de la opinión publica, de los políticos y de los comunicadores es una actitud propositiva, de buscar alianzas para el futuro de Chile, y tener apoyo transversal para el manejo de la pandemia", dijo luego, destacando incluso un mensaje que en esa línea había publicado el candidato presidencial del PPD Heraldo Muñoz.
"Ante esta disyuntiva y situación critica, lo que mas se requiere es la unidad de los chilenos, como patria y nación, por sobre las diferencias religiosas, políticas y las legitimas diferencias que puede tener un chileno con otro compatriota. Les pido con humildad, pero con fuerza, que nos unamos en una cruzada donde todos participemos de la misma forma", sentenció, en un cambio de tono que fue comentario obligado en La Moneda.
El giro, en todo caso, no fue casual. Desde el palacio de gobierno aseguran que en los últimos días estuvo sobre la mesa el factor comunicacional, tanto en el manejo general del gobierno como especificamente del ministro Paris. Y que las conversaciones giraron en torno a la necesidad de evitar las polémicas externas.
Respecto a Paris, en el gobierno reconocen que tuvo una semana compleja, de alta exposición, porque a los reportes habituales de lunes, jueves y sábado, se sumaron varias comparecencias ante la prensa, además de participaciones en debates legislativos, ya sea en comisiones o en sesiones de sala. “No es político, no está acostumbrado a que le peguen tanto”, grafica una autoridad de gobierno para ponderar la situación que atraviesa el titular de Salud.
El diagnóstico compartido en el gobierno fue que había que terminar con las disputas públicas. Evitar, por ejemplo, las respuestas públicas a comentarios emitidos en programas de televisión u otras publicaciones de medios. Y, principalmente, asumir que el foco principal es el complejo momento que se vive producto de la pandemia, concentrando la entrega de información en datos duros de camas críticas, testeos y vacunaciones y enfatizar la "comunicación de riesgo".
En La Moneda aseguran que la posibilidad que Paris renunciara nunca estuvo sobre la mesa. Que no es cierto que el ministro se haya juntado con el Presidente Piñera para abordar ese punto. Y que la principal preocupación por estos días del Mandatario es que exista una comunicación “coherente” de todas las partes, es decir, la sanitaria, la económica y la vinculada al comportamiento de la población en tiempos de cuarentenas y mayores restricciones de movilidad.