Los dilemas de La Moneda y Chile Vamos respecto al futuro del general Rozas
De manera reservada, el general director de Carabineros, Mario Rozas, llegó este lunes hasta el Palacio de la Moneda pasadas las 15:00 horas, para sostener a solas una reunión con el ministro del Interior y Seguridad Pública, Víctor Pérez.
Horas antes, la cita se preveía de manera telemática en medio de los cuestionamientos públicos -sobre todo de la oposición- en contra de Carabineros luego de que el viernes un joven de 16 años cayera al Río Mapocho mientras era perseguido por policías en medio de manifestaciones en la Plaza Baquedano.
El fin de semana, el caso del Puente Pío Nono concentró las miradas, pues se dieron a conocer diferentes videos donde se veía al joven caer al puente mientras era perseguido por un carabinero.
La Fiscalía Centro Norte investiga el caso como homicidio frustrado, después de que se formalizara al carabinero identificado por haberse “abalanzado” contra el estudiante. Asimismo, la fiscal Ximena Chong indaga obstrucción a la investigación y encubrimiento.
La cita entre Pérez y Rozas se extendió por media hora y el general director salió por la mítica salida de Morandé 80. Antes, a su llegada, había esquivado a la prensa apostada en el Patio de los Naranjos.
A esas alturas, en la opinión pública era ya tema la posible salida de Rozas; sin embargo, dada la presión de los partidos de Chile Vamos a La Moneda por defender a Carabineros -sobre todo de manera institucional-, hasta el cierre de esta edición, no se hacía pensar en una renuncia del general por este “hecho puntual”, como lo llaman en el oficialismo.
“No es tan obvia una salida de Rozas”, recalcan en Chile Vamos. Durante la jornada de este lunes, de hecho, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, junto al senador UDI Juan Antonio Coloma almorzaron con el ministro Pérez -de sus filas- para abordar el caso.
Tras esa reunión, la senadora dijo que la salida de Rozas es “una decisión que tiene que tomar el gobierno”, y defendió que se debe investigar el caso, pues, recalcó, no cree que ese carabinero envuelto en el suceso sea un peligro para la sociedad.
El gobierno, en tanto, durante la jornada, evitó la defensa cerrada a Rozas, aunque sí insistió en su respaldo a la labor institucional. Enfatizó que se debe investigar el episodio y ver si se han cumplido o no los protocolos. Así, de hecho, lo precisó el ministro Pérez. El vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, por su parte, dijo que los cargos siempre están en revisión.
“No nos perdamos; acá el general director poco puede tener que ver en este caso particular. Haga lo que haga, hay un ánimo más bien de afectar a una institución. Y eso me preocupa mucho”, dice el senador Coloma a T13.CL.
Sus palabras, justamente, reflejan el sentir de los partidos oficialistas: que esto fue un hecho puntual, que el viernes se cumplieron los protocolos.
“La continuidad del general Rozas no depende del caso Pío Nono; es por si ha dejado o no de cumplir los cambios en los procedimientos que se han implementado para Carabineros de Chile. La continuidad de Rozas depende de algo mayor que el suceso de Pío Nono”, agrega a este medio, el diputado y vicepresidente RN, Tomás Fuentes.
No obstante, durante la jornada también surgieron otras voces en la derecha. La senadora independiente (pro RN), de La Araucanía, Carmen Gloria Aravena, sostuvo en radio Pauta que Rozas “debería estar disponible para eso (dar un paso al costado)”.
En el gobierno, por la mañana, abordaron el tema en el comité político de ministros que encabeza el Presidente Sebastián Piñera. Ahí, dicen fuentes de Palacio, se abordó el caso y se enfatizó en que ya se han tomado “todas las medidas necesarias” para evitar incidentes en marchas, como por ejemplo, recalcan que esa tarde del 2 de octubre no hubo uso de bombas lacrimógenas ni escopetas antidisturbios. Por la tarde, en tanto, el Mandatario fue visto en los patios de La Moneda cruzando hacia la oficina del titular de Interior.
“Es frustrante que hemos implementado mejoras, que Carabineros haya incorporado cosas distintas dentro de sus procedimientos y que esto igualmente ocasione este tipo de daños a un ciudadano”, dijo la mañana de este lunes el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, en radio Duna.
La complejidad de buscar un reemplazo
La amenaza de acusación constitucional en contra del ministro Pérez por parte de la oposición es otro punto que terminó por irritar a Chile Vamos. “Seguimos con el festival de acusaciones constitucionales”, reclamó la jefa de bancada de la UDI, María José Hoffmann durante la jornada, mientras Van Rysselberghe enfatizó en que “lo que no puede suceder es que la izquierda amenace con acusaciones constitucionales para lograr fines políticos”.
En el oficialismo, en esa línea, afirman que luego de la desunión en el pacto municipal de la oposición, les queda poco margen para unirse con este fin. Además, añaden en Chile Vamos, aún no cuentan con los votos.
De todas formas, dicen que una acusación constitucional contra Pérez la ven venir por cualquier otro motivo.
En paralelo, en La Moneda aseguran de que en caso de se produzca la salida de Rozas -en Palacio advierten que es una posibilidad que “está sobre la mesa”-, hay que reflexionar bien respecto al momento más idóneo para hacerlo: ¿antes o después del aniversario del estallido social del 18 de octubre?
Justamente, en el gobierno y en el oficialismo analizan que un nuevo director general asuma en medio de esa conmemoración podría complicar su arribo.
“¿Cuál sería la señal que entregaríamos a la ciudadanía?”, cuestionan en la centroderecha al tiempo que recalcan que, justamente, durante ese periodo, es cuando se debe mostrar a una policía “cohesionada”.
La duda no solo versa en ese factor sino además en la complejidad, dicen en Chile Vamos y en La Moneda, de encontrar un reemplazo para Rozas. En ese análisis toman en cuenta los cambios que ha sufrido el alto mando durante los últimos años, especialmente en 2018, cuando en un periodo de 12 meses, fueron removidos 47 de ellos. Esto, luego de una seguidilla de escándalos, entre ellos, investigaciones por fraudes al fisco, la conocida Operación Huracán y por la responsabilidad de la institución en el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca.
Los partidos de Chile Vamos, en todo caso, no han apoyado directamente a Rozas, justamente con la posibilidad de que el gobierno finalmente se vea atrapado para tomar una decisión de tal envergadura.
Por ahora, lo que más recalcan en la derecha es que el tema debe quedarse donde corresponde: en sede judicial para determinar las responsabilidades de lo que, dicen, podría ser solo un accidente.