“Faltaba que los periodistas tuvieran una silla”, bromearon los dirigentes de Chile Vamos -junto al Presidente Sebastián Piñera y los ministros del comité político- en una reunión de coordinación que sostuvieron el viernes pasado en el Palacio de la Moneda. ¿El tema que se discutía? Retomar o no la hasta entonces habitual cita de comité político ampliado que se ha realizado los lunes en la casa de gobierno y que incluye a los respectivos ministros y líderes de partidos como timoneles y jefes de comité y de bancada.
El pasado 10 julio, los dirigentes de Chile Vamos habían sido sorprendidos con un e-mail que les enviaban desde Interior -entonces dirigido por Gonzalo Blumel- en el que se anunciaba la suspensión de este clásico encuentro “hasta nuevo aviso”.
El contexto en que se dio esa cancelación era complejo. Entonces, de manera masiva -13 diputados de Chile Vamos- habían dado el apoyo en la sala al proyecto de ley de retiro anticipado del 10% de los fondos de AFP. El gobierno, por su parte, había implorado a sus partidarios no aprobar la iniciativa.
Ese mismo fin de semana que se suspendió dicha cita, las directivas de RN, la UDI y Evópoli se reunieron por separado con el Presidente Piñera.
Las semanas siguientes, el 28 de julio, asumió un nuevo gabinete al mando del ministro del Interior, Víctor Pérez (UDI), y la estrategia comenzó a mostrarse distinta: la instancia no se ha retomado dicen en Palacio, pues ha perdido valor político.
Pero se han intensificado otro tipo de citas, sectoriales, focalizadas en distintos temas y con un canal más fluido. Así lo reconocen en los propios partidos.
Por ejemplo, la tarde de este lunes, el Presidente Piñera sostuvo un encuentro con dirigentes de Chile Vamos para abordar el estado de la pandemia y específicamente el Presupuesto 2021. En un momento, dicen en el gobierno, hubo conectados más de 70 parlamentarios de Chile Vamos en la reunión telemática que, además, lideró Ignacio Briones (Hacienda) y Cristián Monckeberg (Segpres).
El viernes, el mandatario hizo lo propio y discutieron sobre el proceso constituyente con sus ministros y Chile Vamos.
El ministro del Interior, además, ha sostenido reuniones periódicas con presidentes de partido o, bien, sobre temas específicos como ocurrió durante la crisis con los camioneros. Esa semana, por ejemplo, citó a los timoneles a una cita telemática para informar de las tratativas.
“El comité político ampliado se estaba transformando en una reunión, francamente, intrascendente. Todo lo que se hablaba, se filtraba. No eran reuniones de trabajo, por lo tanto, mientras no se establezca ningún otro mecanismo, me parece bien esto de ir teniendo reuniones sectoriales y periódicas con el Presidente”, dice a T13.CL la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
El jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, por su parte, sostiene que dichas reuniones “eran de una inutilidad enorme; habían perdido todo el sentido estratégico y de coordinación que deben tener”. El diputado añade que está conforme con el tipo de reunión que existe hoy, más sencillas, y con una coordinación más fluida a través de Zoom o WhatsApp.
El jefe de comité de RN, Rodrigo Galilea, opina, en la misma línea, estar satisfecho con que se hayan suspendido los comité político de los lunes.
Lo mismo mencionan en el PRI. “No soy partidario de que vuelvan los comité político tal como estaban funcionando antiguamente. No eran provechosos para el trabajo y la unidad de la coalición y menos para el gobierno y el país. Sin embargo, es importante que vuelvan otras instancias que existían al inicio de Chile Vamos”, asegura el presidente del partido, Rodrigo Caramori.
El nuevo diseño de Palacio
Las declaraciones de los dirigentes partidarios recogidas por este medio no son azarosas. En La Moneda afirman que el diseño ha cambiado y que eso ha tenido eco en las colectividades oficialistas.
El valor que fue perdiendo el comité político ampliado no solo fue detectado en Interior sino también en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres). Ambas carteras con un rol preponderante en el Congreso. El tema de fondo: establecer una relación “directa” con parlamentarios para lograr el orden en el Congreso, porque, afirman en Palacio, están conscientes que son tiempos en que -a 40 días del plebiscito- la unidad no es una característica del bloque. Menos con el golpe que significó la aprobación del retiro del 10% de los fondos de AFP.
Prueba de ello es que en la Segpres se designó a una dupla de asesores especialmente para establecer una relación “tú a tú” con los parlamentarios, que, incluso, en la cartera la han bautizado como “Gestión Parlamentaria y Municipal (GPM)”. Su labor es esa: hacer seguimiento del proceso legislativo y hablar uno a uno con los parlamentarios antes de ciertas votaciones.
Cada uno de los dos asesores, respectivamente, están encargados de la UDI y RN. Evópoli, en tanto, al tener siete parlamentarios que, en general, votan alineados, dicen, no ha necesitado un requerimiento específico, aunque los asesores igualmente hablan con los integrantes de la bancada.
Con ese diseño en mano, en la Segpres también se han estado preparando para la discusión del Presupuesto y hace días que venían pidiendo a los parlamentarios asistir a la cita que lideró el Presidente y sus ministros de Hacienda y Segpres para abordar la materia.
En el oficialismo señalan, igualmente, que el ministro Pérez ha estado en mayor contacto con las regiones como con alcaldes, concejales y cores.
De aquí al plebiscito del 25 de octubre, dicen en La Moneda, no ven posible “institucionalizar” una nueva reunión al estilo del comité político ampliado. Pero no lo descartan en un futuro.
La reflexión que dejó el reajuste del salario mínimo
La semana pasada, cuatro diputados oficialistas votaron en contra del reajuste del salario mínimo -los UDI Iván Norambuena, Rolando Rentería; el RN Leonidas Romero y la exUDI Virginia Troncoso- mientras otros 14 se abstuvieron.
¿Nuevamente el desorden oficialista aparece en la coalición? El proyecto de ley que impulsa Hacienda, de hecho, fue rechazado. Y entonces surgió la duda si acaso faltan aún instancias de coordinación entre el Ejecutivo y su coalición.
“Esa es una señal de que nos falta esa mayor coordinación todavía”, respondió el ministro vocero de Gobierno, Jaime Belollio, al respecto, este domingo en Mesa Central de Canal 13.
El secretario de Estado, en todo caso, precisó: “Yo creo, muy sinceramente y muy humildemente que, en los últimos 50 días, hemos contribuido (el nuevo gabinete) a que Chile Vamos hoy día pueda funcionar mejor, a que tengamos una sintonía mayor, una mayor coordinación; este nuevo trato que se ha llamado”.
El exdiputado, en ese sentido, se hacía cargo de un tema constante que ha existido en el sector durante la segunda administración de Piñera: que el gobierno ha actuado más bien de espalda a sus partidos, incluso en ocasiones considerando más a la oposición que al oficialismo. Esto se ha traducido en un desorden latente en el Congreso.
Pero en La Moneda insisten en que este es un camino largo, en el que se han propuesto “paciencia” y “perserverancia” y que el diseño se mantendrá por estas semanas: la relación directa con cada parlamentario.
En esta votación, incluso, en La Moneda existía ese fantasma del 10%: ¿el mismo grupo votará en contra? Eso, dicen, no ocurrió. Aquí hubo otras razones para no apoyar el proyecto -justificaciones como no poder explicar en sus distritos, algunos vulnerables, un reajuste de $1500- y no solo por “estar en contra del gobierno”, como sí lo reflejó en su momento lo del 10: una desafección con La Moneda.
La senadora Van Rysselberghe, por su parte, responde ante el episodio vivido la semana pasada del rechazo del salario mínimo.
“Lo que allí ocurrió (salario mínimo) es responsabilidad de las jefaturas de bancada. Acá los jefes de bancada -tanto en el Senado como en la Cámara- tienen que hablar, saber e identificar a cada una de las personas que van a votar en contra y saber efectivamente cuál es la motivación y la razón de por qué votan en contra y tratar de influir en eso; y eso se hace con tiempo y de la mano con el gobierno”, dice Van Rysselberghe a T13.CL.
Sin embargo, en Palacio miran el episodio desde otro prisma: sobre todo antes del plebiscito, el presidente de partido ya no representa a todo el partido y las jefaturas de bancada tampoco hacen lo propio con el grupo de parlamentarios.
Con ese hecho sobre la mesa es que también sopesan los costos que puede volver a sostener reuniones de comité político antes del plebiscito del 25 de octubre.
Desorden oficialista en el Congreso: ¿Votos perdidos?
Cruz-Coke, a su turno, releva una cuestión de fondo que se aborda en la coalición: “Los ministros están tratando de hacer lo posible porque se vote ordenado y coordinado, pero lamentablemente en la política estamos caídos a aquellos que tienen que ser la caja de resonancia, de lo que es más popular, de Twitter, de Instagram, de la eventual funa que les puedan hacer, que por defender principios. Eso dificulta que las votaciones más estrechas puedan salir siempre adelante”.
El viernes, el tema del salario mínimo fue abordado en la cita del Presidente con los dirigentes de Chile Vamos. Y justamente, dicen presentes, se discutió la postura de aquellos parlamentarios que no están respondiendo a los principios del bloque.
De hecho, fuentes oficialistas sostienen que, por esa razón, Piñera les pidió en esa instancia buscar a constituyentes que no solo sean capaces de recaudar votos sino de defender ideas y principios.
Esos cuatro votos del salario mínimo, dicen en una parte del oficialismo, que, a estas alturas, son perdidos. Y que probablemente se repetirán. “Algunos se sienten héroes votando en contra”, habría afirmado un dirigente oficialista en el encuentro del viernes, al respecto, lo que fue compartido por varios de los presentes.
Ese grupo -algunos también La Moneda- es parte de “sancionar” a parlamentarios que voten en contra del gobierno, o bien ignorar su comportamiento mientras no afecte decisivamente ciertas iniciativas. Pero otros en Palacio dicen que no hay que perder el diálogo. Y apuntan a esa paciencia que se propusieron cuando llegaron al gabinete el pasado 28 de julio. “Sabíamos que sería un camino largo”, recalcan.
Una de las batallas que avizoran en el oficialismo, donde se deberá mostrar el orden del bloque, será en el impuesto a los súper ricos.