Hace un mes, el 7 de junio, el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior pidió el procesamiento del ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, como encubridor de homicidios y secuestros calificados.
La acción se refería al episodio La Serena, ocurrido el 16 de octubre de 1973, en el marco de la denominada Caravana de la Muerte.
La arremetida del Programa de DD.HH. se sumaba a una serie de diligencias que ya había instruido el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, quien lleva la causa, referente a 15 homicidios ocurridos en el Regimiento Arica de La Serena, en ese momento a cargo del teniente coronel Ariosto Lapostol Orrego, y en el que Cheyre era teniente en esa época.
Según el procesamiento dictado este jueves por el juez Mario Carroza, la "Caravana de la Muerte" comandada por el entonces General de Brigada Sergio Arellano Stark, "ajustició sin juicio previo alguno, mediante disparos efectuados por personal del Ejército". Luego, personal militar trasladó los cuerpos al Cementerio local "para sepultarlos en una fosa común, de manera oculta", algo que se hizo -de acuerdo al documento- tras coordinaciones con la administración del Cementerio Municipal.
Según el procesamiento, "una vez concluida la etapa de desaparición de los cuerpos de las víctimas, las autoridades del Regimiento, Jefatura de Zona, resuelven publicar en los medios de comunicación un Bando Militar, donde se informaba a la ciudadanía que se había ejecutado a quince extremistas en cumplimiento de los resuelto por los Tribunales Militares en Tiempos de Guerra, lo que el Comandante del regimiento, como su Ayudante y los Oficiales de dicha unidad militar sabían que no había acontecido y se les había ajusticiado sin juicio previo, por la sola circunstancia de su ideología".
En la indagación realizada por Carroza, uno de los trámites clave fue la reconstitución de escena, llevada a cabo el pasado 13 de abril, en la que participó el ex comandante en jefe del Ejército. Meses antes, el 14 de diciembre de 2015, Cheyre acudió a declarar por el caso.
El abogado del general (r), Jorge Bofill, ha planteado que su defendido no tuvo intervención en los hechos por los cuales se le acusa.
"No soy ningún genocida"
Cheyre actualmente integra el Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), instancia que presidió hasta 2013, cuando renunció por otro hecho vinculado al episodio La Serena.
Se trata del caso de Ernesto Lejderman Ávalos, un ciudadano argentino cuyos padres, Bernardo y Rosario, fueron asesinados en el regimiento Arica de La Serena. Posteriormente, Lejdereman -de dos años- habría sido entregado por Cheyre al ciudado de un covento de monjas.
Por dicho caso, Cheyre debió declarar el año 2003 -como comandante en jefe- y hace algunos años, tuvo un reencuentro con Lejderman Ávalos en el programa "El Informante" de TVN.
En esa ocasión, Cheyre señaló que “nunca dudó” de la versión de la patrulla militar, que sostuvo que sus padres se habrían suicidado con dinamita.
Dijo además que “siento que falta justicia, pero también reconozco que ha habido verdad más que en otros países”, en relación con las violaciones a los DD.HH. “El primer compromiso de todos los que hemos vivido esta experiencia traumática, esta tragedia, es hablar de esto, enfrentarlo, y avanzar en verdad, en reconciliación, en perdón y en justicia.... Yo no soy ningún genocida”, indicó el ex comandante en jefe.