El senador Manuel José Ossandón (RN) intervino en medio de la revisión que está haciendo el Senado sobre la acusación constitucional aprobada por la Cámara de Diputados contra el Presidente Sebastián Piñera, por su rol en la compraventa del proyecto minero Dominga.
Durante su intervención, el parlamentario señaló que "a diferencia de lo que mucha gente cree, esta acusación no es un juicio al gobierno. Todos saben lo que pienso de esta administración, con sus errores y aciertos. Tampoco es un juicio político y moral a la historia del Presidente Piñera: todos sabemos quién es él, cuáles son sus formas, dónde están sus límites y lo que ha hecho en su vida empresarial y política".
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"Yo he dicho siempre que no comparto la manera en la que él ha mezclado la política y los negocios; lo privado y lo público. Creo que no ha sido capaz de poner límites ni ha ponderado que entrar en ese terreno es un riesgo para el interés superior del país. Mis diferencias con él no las vamos a discutir ahora y no son novedad para ninguno de los que hoy me ven y me escuchan", añadió.
Del mismo modo, recalcó que "me han visto discutir duramente con él (Presidente Piñera). Todos saben lo que dije en un debate presidencial en un contexto de un cruce áspero donde quise marcar un punto respecto a la incestuosa relación entre la política y el dinero".
"El propio Presidente ha perdido su peso específico producto de un conjunto de decisiones que, a mi juicio, han sido poco afortunadas. Su insistencia, ayudada por parte de su círculo, acerca de que el movimiento de octubre fue una guerra comandada por los comunistas chavistas, hoy no tiene cabida en ningún análisis serio", sostuvo.
La cláusula grotesca y la abstención
Luego de sus palabras introductorias, Ossandón pasó al fondo de la acusación: "Si yo me hubiera formado la convicción de que el Presidente desarrollaba acciones u omitió deberes para favorecer el cumplimiento de la condición, no tendría dudas en pedir su destitución, pese a que soy de los que cree que los Presidentes deben terminar sus periodos".
Respecto a este mismo punto, añadió que "la cláusula, sin embargo, es tan grotescaque estaría dispuesto a hacerlo, pese a las incalculables consecuencias que tiene la destitución presidencial. Pero tengo que ser sincero: la acusación no aporta ningún antecedente de que hubiera alguna decisión del Presidente para favorecer a su familia".
"Estoy acá no para medir intenciones, sino que para aprobar hechos. Por lo mismo, concluir que el Presidente Piñera realmente usó su posición presidencial para influir a favor de minera Dominga no tiene, a mi juicio, ningún sustento probatorio", agregó.
Además, afirmó que "a mí me han perseguido política y jurídicamente y, es posible, que quienes me hayan tratado de perjudicar sean personas que forman parte del gobierno y son cercanas a él. No por eso voy a actuar en base a revancha o venganza: no estoy en este puesto para pasar cuentas".
"Seré súper sincero y quizás la decisión que voy a tomar me genere más de una crítica, pero estoy tranquilo porque lo estoy haciendo en conciencia (...) Hoy no tengo antecedentes concretos y objetivos para votar a favor de la destitución del Presidente", sentenció.
Finalmente, indicó que "la primera forma de garantizar la institucionalidad, al menos para mí, es que un Presidente respete las normas que todos los chilenos también estamos obligados a cumplir. Voto abstención a los dos capítulos".