Consultados por T13.cl, los analistas Mauricio Morales, director del centro de análisis político de la Universidad de Talca, y Gonzalo Müller, director del programa de Facultad de gobierno de la Universidad del Desarrollo, plantean el escenario que se viene para Sebastián Piñera y Alejandro Guillier de cara a la segunda vuelta del 17 de diciembre.
Morales: Piñera debe sumar temas; Guillier, acordar con el FA
Para Morales, ambos candidatos deben concentrarse en buscar los votos de las alas que representan: la derecha y la izquierda.
Advierte, eso sí, que “Piñera tiene la ventaja de que -presuntamente- los votos de José Antonio Kast se van a sumar de manera más natural a su candidatura en comparación con los votos del Frente Amplio (FA) hacia Guillier”.
Por lo mismo, apunta a que el presidenciable de Chile Vamos “debiese tener un discurso más duro en los temas de delincuencia y de terrorismo en La Araucanía, porque fue ahí donde Kast le robó o le quitó mayor votación (…) Y en el norte, donde el diputado también tuvo una buena acogida, podría atribuirse a su postura firme por la inmigración ilegal. Piñera tiene que reconectar con la votación de la derecha más dura”.
De todas formas, Morales enfatiza que el ex mandatario, que podría sumar al combate contra el narcotráfico a su eje programático, no puede lanzarse sobre asuntos valóricos. “De hacerlo, podría perder el voto liberal y lo que él quiere es asegurar la elección, no ganar votos de un lado y perderlos por otro”.
El académico anticipa una negociación más complicada para Guillier. “Encontrar una coalición desde la DC hasta el FA es una tarea titánica. Si a la DC ya le cuesta ponerse de acuerdo con el PC, más difícil le será con el FA”, subraya.
El choque es subsanable, considera, si se utiliza la desigualdad como pegamento, hacerles ver la probabilidad de que modifiquen algunas políticas sociales; coloca al FA como el elemento que evitará que Piñera vuelva a La Moneda, en definitiva.
“Transformar esta votación en un plebiscito, colocar a los electores del FA entre la espada y la pared, decirles ‘o votan por mí o por Piñera’. Responsabilizarlos del potencial triunfo de Piñera, meterles presión”, asegura.
Morales cree que “poner esa presión en un votante de izquierda, podría hacerlos reaccionar a algunos y lograr que el traspaso de votos sea natural. El adherente del FA se sumará a Guillier más por presión que por convicción, porque no tiene nada que hacer en el mismo pacto con la NM y la DC”.
Müller: La necesidad de ordenar la casa
Gonzalo Müller adelanta que tanto Piñera como Guillier tienen una misión en común y el que “logre cumplir primero con ellas, gana”.
“Ambos tienen que ordenar su casa. Los parlamentarios de los dos vienen de victorias y derrotas, por lo que tienen enfocarse pronto en la segunda vuelta”.
Luego, para salir a busca los votos que le den la victoria, el académico de la UDD remarca que el líder de la derecha “tiene que mirar fuera de Chile Vamos y, a la vez, mantener motivado a su electorado. Creo que la abstención será mayor, por lo que resulta clave la capacidad de movilización que tenga y sumar gente nueva. No puede dejar de hacer ninguna”.
¿Dónde debe buscar? “Hay un electorado huérfano. El de Ignacio Walker, el de Lily Pérez, el de Andrés Velasco, gente que está buscando alguien que los represente. ¿La DC? Es que ese partido ya se dividió y quedó demostrado en que la votación parlamentaria dobló a la de Carolina Goic”.
No se aventura una tarea sencilla, aunque asume que lo de Guillier tiene varias complicaciones. “Debe lograr ordenar a la Nueva Mayoría, que viene de una derrota durísima en la Parlamentaria, y ver cómo genera convivir con el Frente Amplio. Hasta ahora no siento que el apoyo recibido de la DC sea muy fuerte, a diferencia de lo que hizo Marco Enríquez-Ominami”, recalcó.
El analista considera que el presidenciable oficialista debe sostener muchas conversaciones y tiene poco tiempo. Y el FA se anticipa como un hueso duro de roer.
“Para lograr su apoyo, tiene que realizar concesiones importantes. El FA dice no más AFP y él, perfeccionar el sistema. Existe un abismo que tiene que solucionar”, dice Müller.
Y agrega, “el gran riesgo de Guillier es lograr un apoyo como el que le entregó ME-O a Eduardo Frei en 2009, que fue como por walk over. Es decir, un apoyo que no moviliza y Guillier necesita movilizar al FA, para lo que necesita aceptar sus temas”.