Sería su primer viaje al exterior desde que triunfó en las elecciones presidenciales peruanas hace dos semanas. En las últimas horas, Pedro Pablo Kuczynski confirmó a las autoridades chilenas que arribará a Puerto Varas el próximo jueves para asistir a la cumbre de la Alianza del Pacífico.
Según fuentes diplomáticas, el nuevo gobernante peruano -quien asumirá formalmente a fines de julio, ceremonia en Lima a la que asistirá la Presidenta Michelle Bachelet- tiene en su agenda participar en el consejo empresarial de la Alianza del Pacífico, cita a la que también fue invitado el presidente argentino Mauricio Macri. Además, podría sumarse a una cena que ofrecerá la Mandataria chilena a los gobernantes asistentes de Perú (también vendrá Ollanta Humala), México y Colombia.
También podría tener algunas reuniones, aprovechando su presencia en la reunión del organismo multilateral. Una posible bilateral con Bachelet, comentan en círculos diplomáticos, no está descartada.
La visita del mandatario electo limeño es vista como una buena señal en la Cancillería chilena, donde buscan descongelar la agenda diplomática con Lima, frenada desde mediados del año pasado por tensiones sobre el llamado “triángulo terrestre” con el gobierno de Ollanta Humala.
De hecho, el pasado 9 de junio, cuando la Presidenta Bachelet telefoneó a Kuczynski para felicitarlo por su triunfo en las elecciones ante Keiko Fujimori, le señaló que era una “tradición” que los mandatarios entrantes asistieran junto a los salientes a las cumbres de la Alianza del Pacífico, organismo integrado -además de Perú y Chile- por Colombia y México.
Además, la semana pasada, el ex subsecretario y ex agente de Chile ante La Haya, Alberto van Klaveren, estuvo en Lima, donde sostuvo encuentros informales con parlamentarios y diplomáticos, entre ellos, Ricardo Luna, asesor internacional de Kuczynski y mencionado como posible canciller del nuevo gobierno.
Las expectativas de la Cancillería chilena en torno a Kuczynski son altas con miras a retomar un fluido vínculo bilateral: en años anteriores ha mantenido una actitud positiva hacia Santiago. Además, su perfil moderado debilita aún más al eje chavista en la región -al que adscribe el boliviano Evo Morales-, pues su asunción se suma a la de Mauricio Macri en Argentina y la de Michel Temer en Brasil. Cuadro político que acomoda a la Cancillería chilena.