Guzmán renuncia este miércoles a Fiscalía para asumir en un "breve plazo" como secretario del Senado
Con el respaldo de sus 30 legisladores este martes el Senado aprobó el nombramiento del actual fiscal metropolitano sur, Raúl Guzmán, como el nuevo secretario general de la Corporación.
Tras el nombramiento, el persecutor confirmó que este miércoles presentará su renuncia al Ministerio Público para asumir, a la brevedad, sus nuevas funciones.
En la ocasión, Guzmán además aprovechó de comentar una información que se había comentado antes de la votación y que después fue confirmada por el presidente del Senado, Jaime Quintana, que corresponde a la disminución en un 15% del salario que percibirá respecto al de su predecesor: "Nos parece que esto es insostenible en el Chile de hoy. Por lo que el primer paso es proponer una rebaja del 15% de la remuneración bruta. Eso significa 2 millones y medio de pesos", dijo el parlamentario.
Guzmán dijo estar al tanto de la situación: "La primera condición, precisamente, es que este cargo tenía una duración de ocho años, también con una remuneración determinada. Se ha producido una disminución del período, también una disminución de la remuneración, pero sin duda son remuneraciones que son de mercado para el cargo que se ejerce. Son remuneraciones que también tienen que hacerse cargo de un sentido de realidad del país", aseguró.
En la ocasión, Guzmán descartó también de plano que se aplique un tipo de veto contra los funcionarios de la Cámara Alta que manifestaron ser contrarios a su postulación y dio cuenta del trabajo que quiere hacer en el Senado, recalcando que habrá cambios en el funcionamiento de la Corporación.
"Sin duda el proyecto que yo presenté implica necesariamente algunas modificaciones o cambios que se trabajarán con la mesa de régimen interno y se harán las adecuaciones que sean necesarias para dar cabido y aplicar en la práctica este proyecto"
El aún fiscal además se refirió el comentario que hizo a los parlamentarios durante su presentación para el cargo, donde aseguró que sería "el escudo protector del Senado", sosteniendo que lo que dijo fue en un contexto determinado: "El secretario del Senado debe ser el vocero y hacerse cargo de las críticas que vengan desde el mundo externo, como lo hace la vocera de la Presidencia", explicó.