En entrevista con La Tercera, Nicolás Eyzaguirre se detiene a analizar el complicado presente de la política actual. En medio de las presiones por un cambio de gabinete, el ministro Secretario de la Presidencia cree que los ministros son "un chivo expiatorio" para un conflicto más severo de la clase política.
Eyzaguirre cuenta que "está costando mucho alinear al Parlamento, tanto al oficialismo como a la oposición, en circunstancias que hay muchos proyectos que debieran ser urgentes de modo transversal, que no tienen ninguna connotación ideológica". Según explica, esto se debe a que "hay mucha desconfianza, mucha incertidumbre electoral que lleva a que los parlamentarios busquen su posición más particularista".
El Segpres analiza que "estamos viviendo un momento en que la clase política tiene que darse cuenta de que o es capaz de generar consenso y avanzar en temas que le importan a la gente o la gente les va a terminar dando vuelta la espalda a todos".
Para el ministro el problema actual del bajo apoyo al Gobierno se expliica en que "un conjunto de hechos, como Penta, SQM, Caval, los casos de colusión, de las AFP, de la pedofilia en la Iglesia, gatillaron un proceso de divorcio de las elites con la ciudadanía, que venía ocurriendo, pero que se profundizó".
En este sentido, cree que "reconquistar las confianzas de la ciudadanía con la elite va a ser un proceso largo, independientemente que los programas sean más hacia el centro, más hacia la izquierda o más hacia la derecha".
Eyzaguirre defiende que "la baja aprobación del Gobierno no se puede leer en clave reformas. Los que están en contra de las reformas tratan de establecer que la baja aprobación del Gobierno es por eso".
Sobre las críticas que existen hacia los distintos ministros, y que incluso hace especular con un próximo cambio de gabinte, el Segpres lo califica como un "chivo expiatorio". Agrega que "cuando las cosas andan mal, la gente tiende muchas veces a tratar de encontrar explicaciones fáciles, pero a veces superficiales, que no tienen que ver con la raíz del problema".
El análisis que realiza es que "el problema tiene que ver cómo se relacionan los diputados y senadores con la ciudadanía, tiene que ver con el sistema político. En el caso del Gobierno, es una explicación fácil, pero yo creo que incorrecta".
Sin embargo, reconoce que "posiblemente haya una parte de verdad en las críticas y que en el Gobierno no hayamos tenido toda la disposición a escuchar, relacionarnos, conversar. Y eso también es parte del problema de una agenda tan recargada".
Incluso, se anima a decir que "si Sebastián Piñera hubiera sido el Presidente durante este período en que el precio del cobre cae de cuatro dólares a dos dólares, en que se producen los escándalos de relación de dinero con política y la gente comienza a no creer nada, aunque el contenido de ese Gobierno hubiese sido muy distinto a este, el problema de popularidad hubiera sido el mismo".
Reafirma que "no que no creo que sea cierto es que los problemas de popularidad de este Gobierno tengan que ver ni con las reformas, ni con la gestión, ni con el gabinete".
En cuanto a la candidatura del ex Presidente Ricardo Lagos, de quien fue ministro de Hacienda durante los seis años de gestión, se desmarca señalando que "soy ministro de este gobierno y, por tanto, mostrar cualquier inclinación hacia uno, una, otro u otra de los potenciales candidatos presidenciales es un conflicto de intereses".
Consultado por el rótulo de "el Presidente de los empresarios" como se le ha asignado a Lagos, Eyzaguirre defiende que "es una crítica muy injusta. Usted no puede evaluar la historia desde el tiempo presente. Las circunstancias eran muy distintas y, por tanto, lo que se hizo en ese momento era lo apropiado para ese momento. Me parece que no es correcto enjuiciar ese momento a la luz de las realidades de hoy día".
¿Si la elección fuera este domingo, ganaría la derecha? "lo que me queda claro es que si la elección fuera este domingo, gane quien gane, va a tener un problema de gobernabilidad muy elevado si es que la clase política no se dispone a cambiar la forma en que se relaciona con la ciudadanía", dice.