Duras críticas formuló el ex subdirector de la Secom del gobierno de Michelle Bachelet, Carlos Correa, tras la presentación de una querella contra la revista Qué Pasa por la publicación de un reportaje que mostraba transcripciones de escuchas telefónicas donde el gestor inmobiliario Juan Díaz vinculaba a la Mandataria con el caso Caval.
Si bien expresa que la molestia de Bachelet es "comprensible" plantea que "bastaba una declaración del vocero desmintiendo los hechos y haciendo ver al medio de comunicación la falta de no colocar en contexto las acusaciones, evidentemente falsas, contra la Presidenta".
"Nada de ello es pretexto para este cúmulo de acciones que van a ser leídas como guerra contra los medios. La libertad de expresión lo es no solamente para los perfiles agradables o los anuncios de gobierno, sino también, y especialmente, para las noticias y conversaciones incómodas y molestas (...) los gobiernos que no saben vivir con ello, suelen atravesar profundas dificultades y tienden a ser castigados por la opinión pública", agrega en una columna publicada en El Mostrador.
Incluso, Correa compara la querella de Bachelet con la ofensiva de Cristina Fernández contra el grupo Clarín. "¿El comienzo de la era K?", se pregunta.
"Quedará en la historia como un acto de censura"
Correa renunció a su cargo en julio de 2015, luego de estar cuatro meses como director interino del organismo encargado de las comunicaciones del gobierno de Michelle Bachelet.
En la misma columna hace ver que la ofensiva surge en un momento marcado por un histórico nivel de rechazo, alza en el desempleo y bajas expectativas del gobierno, además un "congelamiento" de la agenda política tras el anuncio de que había concluido la denominada "obra gruesa" del gobierno.
Así, el ex jefe interino de la Secom planteó que la querella contra Qué Pasa "es una guerra en la que el Gobierno solo puede perder. El mejor de los escenarios judiciales, una sanción para algún periodista o editor de la revista Qué Pasa, quedará en la historia como un acto de censura, y no de restablecimiento de justicia y del prestigio de la Presidenta".