-Fue rechazada la propuesta del Consejo, con mayoría Republicana y de Chile Vamos. ¿Cuán herido queda José Antonio Kast en sus expectativas presidenciales y cómo afecta a Evelyn Matthei?
-Creo que, de verdad, lo menos relevante del plebiscito es el efecto que va a generar en materia presidencial, sobre todo entre los candidatos de derecha. No veo que este resultado vaya a afectar las opciones de ninguno; ni a favor ni en contra de José Antonio Kast ni de Evelyn Matthei.
-¿A qué atribuyes la derrota, faltó tiempo o quizá el “que se jodan todos”-un eslogan de la campaña- se consideró agresivo?
-No fue el que se jodan sino el cansancio constitucional. Los chilenos estaban aburridos del tema; no querían escuchar más. Y de alguna manera eso se terminó imponiendo. No es casualidad que ambas campañas apostamos no tanto a ofrecerle a los chilenos cuáles eran los mejores argumentos del texto, sino cuál de las dos opciones ofrecía más garantías para ponerle término a este proceso. Votar a favor o votar en contra se decidió en virtud de cuál cerraba para siempre el tema constitucional. La izquierda lo dijo así en su propaganda. Ahora tendrá que cumplirlo.
Fue una campaña muy corta donde el A favor siempre fue creciendo, pero no logró llegar a constituir una mayoría. Pero el 44% habla de que tuvimos esa capacidad de crecer de manera muy rápida, pensando que partimos en un 22% solo 30 días atrás.
-¿Qué gana el presidente Boric? ¿Un poco de alivio y nada más?
-Yo creo que hay una parte del Gobierno que está equivocando el camino al momento de creer que este resultado valida sus malas reformas. Yo creo que la oposición no debiera ceder ni un centímetro a las reformas del gobierno, sobre todo si son reformas que no garantizan que se recupere el crecimiento, el trabajo y la seguridad para los chilenos.
-¿La derecha hará valer la defensa de la Constitución vigente, aunque algún sector insista en un cambio?
-Sin duda, es valorable que se mantenga la Constitución vigente y que haya ganado en legitimidad como pocas. Ha sido ratificada por segunda vez, esta vez por la izquierda chilena, que hizo que se legitimara la Constitución a través del triunfo del En Contra y va a ser la Constitución que esté vigente en Chile no solo por estos dos años, como aspira un sector más de izquierda radical, sino que le queda por delante por lo menos un par de décadas.
-¿Está votación, aparte del hastío de la gente, del que habló el Presidente Boric, es también un voto de castigo a Republicanos, que hizo valer su mayoría?
-Yo creo que debe haber un espacio de autocrítica dentro de la propia derecha para encontrar las razones de esta derrota. Y para explicar por qué hubo sectores tan amplios de la ciudadanía, que no se sintieron incorporados en este nuevo texto, no se sintieron motivados por la campaña del A favor. Esa autocrítica es importante y necesaria, sobre todo para las elecciones que vienen, donde necesitamos volver a construir una mayoría de oposición.
-¿Es una derrota dura para la derecha, que perdió una oportunidad única de escribir un texto más transversal?
–Sin duda que esta es una derrota importante, porque se perdió una oportunidad única, histórica, para la derecha, de escribir un texto más transversal y de haber convocado una mayoría. Pero también hay que reconocer que siempre estuvo la dificultad de convocar y unir a un sector de derecha que se fue al En Contra muy rápidamente.
Influyó también la sensación de que no había mucho en riesgo. Que el peor de los casos quedaba la Constitución actual. Como han dicho algunos dirigentes del Partido Comunista, esta es una elección donde la derecha solo podía ganar en cualquiera de los dos escenarios, pero es cierto que se perdió una oportunidad histórica y eso es una derrota.