Relación con Chile. Después que la fiscalía británica recibió autorización para llevar el caso Pinochet a la Cámara de los Lores, Philippe Sands figuró como su abogado acusador. A partir de ese momento ha visitado Chile un par de veces y se ha vuelto admirador de escritores como Roberto Bolaño.
El juicio causó honda impresión en Sands, cuyo nuevo libro “38 Londres Street” indaga en la relación entre Pinochet y Walter Rauff, el criminal nazi considerado el creador de las cámaras de gas portátiles que mataron a millones de judíos.
“Se conocían muy bien”. Rauff, uno de los nazis más buscados en el mundo, escapó de Auschwitz a Sudamérica después de la Segunda Guerra.
En una entrevista reciente en Política&Prosa, Sands dice: “Un aspecto que me interesa de Rauff es que su figura asoma en literatura de muy alto nivel. Aparece al final de En la Patagonia de Bruce Chatwin, así como en dos obras de Roberto Bolaño: Nocturno de Chile y La literatura nazi en América. Me apasiona cómo la literatura desentierra nombres y personas que de otro modo podrían caer en el olvido, contribuyendo así a su resurrección y a la creación de mitologías”.
En otro artículo, realizado por el periodista y escritor Carlos Basso, Sands contó lo siguiente: “Pinochet y Rauff se conocían muy bien. Pinochet, en efecto, fue quien llevó a Rauff a Chile (desde Ecuador) y el contacto continuó por los siguientes 30 años, hasta que Rauff murió. En 1984, Pinochet dio una entrevista a la revista Newsweek, en la cual le preguntaron por Rauff y él respondió: “Yo no conozco a Walter Rauff”. Eso fue una mentira”.
La casa del horror. El título del libro, con la palabra Londres en español, remite a la calle del centro de Santiago donde funcionó un centro de torturas. El edificio de Londres 38 fue construido en 1925 para uso residencial y en 1970 fue adquirido por el Partido Socialista. Después del Golpe, el 14 de junio de 1974 el régimen creó la DINA, bajo la dirección del teniente coronel Manuel Contreras Sepúlveda quien respondía directamente a Augusto Pinochet.
Según el sitio “Londres 38. Espacio de memoria”, un alto número de personas permaneció detenido en ese lugar, fue sometido a torturas y, hasta donde se ha podido establecer, desde allí la DINA hizo desaparecer y ejecutó a 98 personas, principalmente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el Partido Socialista (PS) y el Partido Comunista (PC).
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El factor Le Carré. Una de las facetas llamativas de Sands es su admiración y amistad con John Le Carré, el maestro de las novelas de espías. “Conocí a John le Carré en un pub de Hampstead. A él le interesaban los casos en los que yo estaba trabajando. Era la época de la guerra de Irak y de Guantánamo. Me pasaba horas hablándole de derecho y sus entresijos, que se entrelazaban con sus tramas de espionaje. Tanto las historias de espías como las historias de derecho tienen en común que se centran en los individuos”, ha dicho.
En Política&Prosa, la escritora y traductora Marta Rebón le hace una pregunta al final de su entrevista, donde se percibe una de las reflexiones incómodas del caso Pinochet:
-¿Qué pasa cuando no se investigan crímenes ocurridos en tu propio país para luego erigirte en baluarte contra los ocurridos en otro?
-Es algo en lo que reflexiono en mi libro sobre Pinochet. En particular, analizo los esfuerzos de los jueces españoles por extraditarlo, porque plantea la cuestión fundamental de cuál es la autoridad, moral o de otra índole, que tenía España para buscar justicia en relación con lo ocurrido en Chile cuando no hizo lo propio con su pasado colonial, la guerra civil y el régimen franquista.