El sociólogo y panelista de Página 13 en Tele13 Radio, Eugenio Tironi, analizó junto a Iván Valenzuela el aniversario 28 desde el triunfo del NO y la eventual candidatura de Ricardo Lagos la presidencia, luego que este anunciara que no se va a restar del desafío.
El primer punto abordado por Tironi fue la polémica que se generó cuando el ex mandatario realizó un llamado a los "señores políticos", utilizando dicha frase que se le atribuye a Augusto Pinochet.
"Lagos es mirado con un ojo crítico, está mirada bajo la lupa. Si no hubiera dicho esa frase algo más le habrían sacado", partió.
En ese sentido, lo comparó con Alejandro Guillier, el senador independiente que también se perfila como carta del oficialismo en las presidenciales. "Unos apuntan a que debería ser un poco como Guillier, no decir mucho, más bien correcto... donde transmite empatía confianza y tranquilidad. Pero ese no es Lagos, quien debe ser fiel a sí mismo".
Desde esa óptica, el sociólogo realizó una analogía para analizar la carrera presidencial del ex Presidente. "Lagos tiene un dilema, que quiere manejar el carruaje con dos caballos que van en direcciones diferentes; uno es la Nueva Mayoría y los partidos, que están más preocupados de proteger lo que ha conseguido este Gobierno; y por otro la opinión pública que no quiere escuchar hablar de reformar, de señores políticos que manejan la Nueva Mayoría, ni el Gobierno ni la Presidenta", dijo.
"¿Cómo lo hace lagos para manejar la rienda de estos dos caballos? Es un lanzamiento riesgoso, valiente, muy personal, lo hace tomando muchas preocupaciones respecto al caballo de la Nueva Mayoría, muy cuidadoso. Si se queda en complacer a la Nueva Mayoría se construye una jaula de oro… ellos se van a plantear al candidato más popular. Se debe pensar más en la opinión pública, en ese caballo que se está quedando atrás y se arranca", complementó.
28 años desde el triunfo del NO
Aprovechando un nuevo aniversario del triunfo del NO, Tironi reflexionó sobre la "poca importancia" que la sociedad chilena le da una fecha clave que sirvió para acabar con el régimen de Pinochet.
"No se logró constituir lo del 88-89-90 como un quiebre que quedara clavado en la historia de Chile. En parte es culpa de nuestra generación en no educar en el valor de esa ruptura. Quizás le pusimos más dramatismo a la del 73", sostuvo.
"Se impuso a nivel intelectual la idea de que en el 88 no hubo ruptura sino pura continuidad, que la Concertación fue una continuación de la dictadura y no su reemplazo. Si incluso los propios actores empezaron a sentir más vergüenza que orgullo diciendo 'no hicimos la ruptura, los cambios y privilegiamos la paz por sobre el quiebre'", concluyó.
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