España: Rajoy enfrenta moción de censura por corrupción en el PP
por Diego URDANETA, AFP
El gobierno conservador español enfrentaba este martes una moción de censura impulsada por el diputado Pablo Iglesias y su partido de izquierda radical Podemos, que hizo una furibunda denuncia de los escándalos de corrupción que han golpeado al Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.
Se trata de la tercera moción de censura presentada en el Congreso de los Diputados (cortes) desde el retorno a la democracia en España, en 1977. No obstante, la iniciativa de Podemos parece destinada al fracaso, ya que enfrenta una mayoría que votará en contra o se abstendrá.
Sin embargo, el debate en el Congreso le brindó a Podemos una tribuna muy mediatizada para cargar contra el PP (derecha conservadora), en el poder desde 2011, y tratar de erigirse como el principal partido de oposición por delante del socialista PSOE.
"Tienen más imputados en sus filas que los miembros del Congreso y del Senado juntos", asestó al PP la portavoz de Podemos en las cortes, Irene Montero, nada más comenzar el debate, que podría prolongarse hasta el miércoles.
Montero cargó contra la "actitud de señoritos del cortijo", el "machismo" y "elitismo mediocre" de miembros del PP, entre aplausos de los diputados de Podemos y protestas de los conservadores.
"Basta ya de corrupción, su tiempo se ha acabado", afirmó la psicóloga, de 29 años, quien fue enumerando uno por uno los escándalos por irregularidades en la gestión pública vinculados el PP, que desgastaron al partido y le valieron perder su mayoría absoluta en las elecciones de 2015.
Parodia
Pero la moción para tumbar al gobierno conservador cuenta tan solo con 82 votos a favor -71 de la coalición Unidos Podemos y 11 adicionales de otros partidos de izquierda-, muy lejos de la mayoría absoluta (176) necesaria para que se adopte la moción.
Es una "parodia" de moción, un "espectáculo" y una "farsa", reprendió el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, en un irónico discurso en el que acusó a Podemos de "ocultar la realidad" del país "o falsearla" según sus intereses.
"Ustedes necesitan que esto no vaya bien, porque si no, no existen. A medida que las cosas van mejorando, tienen que exagerar (...), fabricar un mundo irreal", aseveró Rajoy, al congratularse por el crecimiento de España por encima del 3% desde 2015 y la creación de medio millón de empleos al año, aunque con 18,7% la tasa de desocupación es aún la segunda más alta de Europa.
"Ustedes representan lo malo conocido y el miedo", espetó por su lado Pablo Iglesias, de 38 años, al presentar su proyecto como candidato alternativo a la presidencia del gobierno español, cargo que asumiría en el muy improbable caso de que la moción prosperase.
"La gente siente vergüenza de ustedes", lanzó Iglesias al PP, en tanto la corrupción, que también han afectado a socialistas o sindicatos, es una de los principales preocupaciones de los españoles, según las encuestas.
Alternativa de oposición
Con su apuesta en el Congreso, Iglesias intenta situar a Podemos "como único partido de la oposición y, por lo tanto, una formación que puede ofrecer un programa alternativo al del Partido Popular", dijo a la AFP el politólogo Pablo Simón.
Los socialistas, que acaban de reelegir como líder a Pedro Sánchez, abocado a recomponer el partido dividido por una crisis interna tras fracasos electorales consecutivos, han dicho que sus 85 diputados se abstendrán, sin descartar presentar más adelante una moción de censura propia.
Sánchez, férreo crítico de Rajoy, no ha descartado buscar un acercamiento con Podemos, inspirándose en el 'tripartito' de izquierda de Antonio Costa en Portugal.
En el debate, Rajoy se mostró tranquilo, a sabiendas de que cuenta con los votos del PP (137 diputados) y de los liberales de Ciudadanos (32), además de la abstención de los socialistas, para salir airoso del debate.
El líder conservador, de 62 años, se mantiene al frente de un gobierno minoritario desde 2016, cuando fue reconducido al poder luego de diez meses de bloqueo político tras las legislativas de diciembre de 2015.
En ese momento, los españoles pusieron punto final en las urnas al bipartidismo, durante décadas ejercido por el PP y el PSOE, castigándolos por la corrupción y la austeridad impuesta en los años 2010, pero eligieron un Parlamento muy fragmentado entre estas dos formaciones tradicionales y los nóveles Podemos y Ciudadanos.