"Realismo sin renuncia" fue la frase que acuñó la Presidenta Michelle Bachelet el pasado 10 de julio para definir la nueva etapa del gobierno, que se verá marcada por un proceso de revisión de prioridades en medio de un adverso escenario económico.
Este proceso, sin embargo, no tendría efectos en la aprobación de la Presidenta, según la encuesta Cadem dada a conocer este lunes.
De acuerdo al sondeo, la aprobación a la gestión de la Mandataria se mantiene en un 25% y la desaprobación se cifra en un 66%. Si bien esta última cifra representa un alza de dos puntos respecto de la semana pasada, no resulta estadísticamente significativa por ser inferior al 3,7% de margen de error del estudio realizado a 720 personas entre el miércoles 15 y el viernes 17 de julio.
Para Roberto Izikson, director de Cadem, esta nueva etapa del gobierno no tendría efectos en la aprobación presidencial. Al menos no en el corto plazo.
"La Presidenta Bachelet va a tener que acostumbrarse a vivir una travesía en el desierto, ella va a tomar una serie de medidas y cambios que parecieran ser positivos pero que el corto plazo no le van a traer cambios en su imagen. Cuando se generan quiebres en las relaciones de confianza, por más que uno se esfuerce por recomponerlas ese proceso es de largo plazo", sostiene en conversación con T13.
El director del sondeo enfatiza que "la Presidenta va a tener que sembrar con este tipo de cambios, que sin duda parecen ser positivos, para cosechar en el largo plazo".
"Lo más probable es que tengamos durante el próximo año o dos años a una Presidenta en torno al 30% y luego al final de su mandato vamos a ver si logra recomponer la confianza", explica.