Cuesta encontrar unanimidad respecto del debate de los precandidatos presidenciales de Chile Vamos, realizado el lunes por la noche. Las visiones de tres analistas políticos consultados por T13.cl difieren en el análisis general del foro, también en quiénes pueden ser considerados el ganador y el perdedor, y si servirá de cara a las elecciones del domingo 2 de julio.
Mientras para Carlos Correa el encuentro televisivo marcará "un antes y un después", para Gonzalo Müller fue derechamente "malo" y para Mauricio Morales, un episodio "inédito", donde para algunos el ganador fue Sebastián Piñera y para otros, Manuel José Ossandón.
Como sea, ninguno quedó indiferente.
El ganador (en opinión dividida): Ossandón
Gonzalo Müller piensa que es "difícil ver un ganador; todo perdieron algo. Sin embargo, el que marcó el tono fue Ossandón. Y si en algo fue exitoso fue en llevar a todos al barro".
Con otro argumento y una consideración diferente, Carlos Correa también apunta al senador como el principal triunfador de la noche.
"Los debates son ejercicios estratégicos. Su meta era hacerse conocido y notar. Se lució todo lo que quiso y logró desesperar a sus dos contrincantes. Acá lo que se busca más que nada es llamar la atención, galvanizar la elección y eso lo logró", opina.
Sobre la actuación de Piñera, apunta que "debía haber anulado (a Ossandón), pero terminó desesperándose. Le faltó su momento Ramón Ulloa, mantenerse tranquilo mientras tiembla. Para ganar el debate, debió mostrarse impertérrito, pero cayó en el juego. Fue un mal debate, no pudo imponer las diferencias obvias entre un ex presidente y un senador".
Mauricio Morales difiere. Para él, el ganador fue el ex mandatario.
"Piñera contraataca a Ossandón, le contesta y lo frena. El problema es que a ratos se descontrolaba, pero no podía seguir recibiendo descalificaciones sin defenderse", asegura.
El perdedor (otra vez en voto dividido): Kast
Correa es lapidario con Felipe Kast: "Hizo el ridículo".
"No parece un candidato presidencial, sino que alguien que está buscando notoriedad para después hacer otra cosa. Cuando interpeló a Piñera, salió para atrás. De hecho, fue el único gran momento de Piñera, cuando le respondió que no sabía lo que tenía que hacer un presidente. Pareció un hombre desesperado", sentencia el consultor en opinión pública.
En la misma línea se ubica Müller. "Kast era quien más necesitaba este debate (...) Resintió mucho la crítica que le hicieron tras el debate radial, de que solo se diferenciaba de Ossandón y no de Piñera. Ahora salió a pelear con todos y cuando haces eso eres percibido como un peleador".
Morales es otra vez la voz disidente. "El perdedor es Ossandón, porque cae en ridículo frente a las preguntas de Kast y, de hecho, lee mal la cifra de lo que costaría su programa. Se perdió en las preguntas que debía formular a sus contenedores y en sus intervenciones de mostraba tenso, dubitativo, errático y sin ritmo".
Juicio al evento: marcado por la tensión
Carlos Correa es el más entusiasta defensor del formato del debate. "Marcará un antes y un después. Estábamos acostumbrados a candidatos muy protegidos, con preguntas y temas que se negociaban. Estos son los debates en las sociedades modernas y espero que esto implique que los medios nunca más acepten otro tipo de foro", dice.
Para Mauricio Morales, "fue un debate inédito en la historia reciente de Chile. Dado que era un debate de primarias, la tensión no estuvo en la agenda programática de los candidatos, sino que en actos y omisiones personales. Ossandón atacó a Piñera por asuntos de probidad, y Kast lo hizo sobre materias medioambientales. En ese sentido, y dado el formato, era esperable un debate de estas características. Cuando hay acuerdos programáticos elementales, lo que marca la pauta son los conflictos personales".
Müller, en cambio, no quedó nada satisfecho con lo que vio. "Fue un mal debate con una gran sintonía. Una oportunidad perdida de lograr motivar a más electores para el domingo. Fue pobre en ideas y tuvo exceso de tensión, en descalificaciones y diferencias personales, nada de fondo ni discusión programática. Poco de los temas que le importa a los chilenos", sentencia.
¿Sirvió de algo?
Morales es de los que cree que lo expuesto en el debate no producirá efecto alguno en el resultado de la elección del domingo.
"La gente que se expone a los debates es la que ya tiene tomada su decisión. Por tanto, creerán que, a pesar de todo, su candidato fue el que lo hizo mejor", manifesita el cientista político.
Distinta es la opinión de Carlos Correa. "Las primarias necesitan atención y venían a la baja por la Copa Confederaciones y los temporales. Este debate la pone de nuevo en las noticias, a pelear con el futbol. Logra ponerlas en la retina pública y eso hace que vaya más gente a votar. Quedó mucho tema dando vuelta para el resto de la semana, en especial todo lo que dijo Ossandón, que va a traer cola, como la Ley de Pesca o que Kast quiere ser senador, no presidente", enfatiza.
Müller, mientras tanto, considera que el foro del lunes "tendrá un impacto marginal en las preferencias. No sirvió para eso, sino que solo para reforzar la adhesión de quienes ya estaban convencidos. Si la participación el domingo es baja, nos vamos a acordar de este mal debate".