El cara a cara de ex ministros de Educación por la gratuidad universitaria
Este año la discusión en torno a la gratuidad ha estado marcada por la cifra de 27 mil estudiantes que quedaron fuera del beneficio por exceder los años de duración formal de las carreras universitarias.
Un debate que vuelve a poner esta política en la agenda y que ha generado que, desde diferentes sectores, se llame a extender el beneficio y a considerar las realidades del sistema. Desde el gobierno, sin embargo, se ha cerrado la puerta a extender la gratuidad, asegurando que los fondos serán destinados a la educación inicial.
En ese marco fue que los ex ministros de Educación Adriana Delpiano, Harald Beyer y Mariana Aylwin junto a los parlamentarios Juan Ignacio Latorre, diputados Camila Rojas y Jaime Bellolio, se reunieron en un foro organizado por la Universidad de Chile para debatir y enfrentar posturas respecto a qué hacer en la inmediatez y en el largo plazo en torno a la gratuidad en el sistema de educación superior.
La ex ministra Adriana Delpiano -una de las responsables de la reforma del gobierno de la ex presidenta Bachelet- , planteó que "la reforma aún está en marcha", por lo que es necesario presionar para que ésta se termine, porque "todavía no cuaja en muchos aspectos que estaban previstos, para empujarla en lo bueno y en lo deficiente".
Y agregó: "Estaba previsto que se ampliara el PACE a más establecimientos escolares, pero se congeló. Se eliminó el fondo para nivelación de estudios, que estaba, pero el gobierno lo sacó, que justamente estaba para compensar mientras mejoramos la educación básica y media. Hoy estamos haciendo un debate y hubiera esperado que al menos el jefe de la división del Mineduc estuviera aquí para recoger parte de la inquietud, para saber cómo se continúa".
Por su parte el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex ministro de Educación durante el primer gobierno de Piñera, Harald Beyer, señaló que "todos saben que yo no he sido partidario de la gratuidad y sigo sin ser partidario de la gratuidad".
De acuerdo a Beyer, la gratuidad no ha logrado superar dos desafíos que cree son necesarios para la educación superior: "re equilibrar el financiamiento que era firmemente privado, y al mismo tiempo agregar más recursos".
Por lo que, en el contexto actual de déficit presupuestario para las instituciones, dijo, "tenemos que buscar una solución con los instrumentos que tenemos porque la gratuidad llegó para instalarse", y que, a pesar de la importancia de esta discusión, "me parece que el mundo político mira esto con una distancia bastante impresionante".
Para Mariana Aylwin -titular de la cartera durante el gobierno de Lagos- el tema de fondo es que, a pesar que existe una mayor inversión pública en la educación superior, las instituciones tienen menos ingresos con la gratuidad, "por lo que acumulan déficits anuales, lo que irá incrementándose cada año que pase incluyendo universidades que han mejorado y crecido".
Ante esta situación, la ex secretaria de Estado propuso la posibilidad de explorar posibilidades de recursos no necesariamente públicos, como el copago, y agregando le parece importante "que el Crédito con Aval del Estado se perfeccione, deje de ser financiado por la banca, y pase a ser un fondo solidario", en sintonía con la propuesta del Ejecutivo del Sistema de financiamiento Solidario que se encuentra en el Congreso.
En su intervención el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, llamó a ver el problema del financiamiento de la educación superior desde una lógica diferente: "hay una sociedad, somos parte de un grupo humano. Dentro de él hay distintos talentos y distintas posibilidades, y nosotros queremos reivindicar el derecho que cada persona tiene a desarrollar sus talentos y el deber que el país tiene de darle los mecanismos para que lo haga, si somos capaces entre todos de generar un mecanismo que vaya a permitírselo".
Y que, sin embargo, actualmente lo que ocurre es que "a personas habitualmente de menos recursos, se les obliga a ir a universidades que no son las que ellos quieren, se los obliga a endeudarse para eso, y lo más probable es que de esas universidades no se van a recibir, y si se reciben, no van a poder ejercer la carrera. Es uno de los negocios más cuestionables que yo conozco o que pudiera imaginarme".