Tras el anuncio que realizó la Presidenta el 15 de octubre del 2015, en el que explicó el cronograma con el que iban a ejecutar en el Gobierno el proceso para tener una nueva Constitución en el país, los chilenos vieron el comienzo de lo que se pasó a llamar el “proceso constituyente”.
Hoy, a un año de eso, el Ejecutivo está discutiendo el primer borrador de la reforma a la nueva Carta Fundamental, en un proceso que no ha estado exento de polémicas.
El cronograma que se anunció hace un año, incluyó un proceso de educación cívica y la realización de encuentros y cabildos a lo largo de todo Chile, en los que se buscó recolectar información acerca de la posición de los ciudadanos, en la llamada etapa participativa. Esto sería considerado como las “bases ciudadanas” bajo las que se elaboraría el proyecto de reforma a la Carta fundamental.
Lo siguiente en el proceso, era la elaboración de un proyecto para una nueva Constitución, el que el Ejecutivo planeaba redactar utilizando la información recabada en la etapa participativa.
El proyecto sería presentado al Congreso a fines de este año, donde se tramitaría la habilitación de una reforma que permitiría que la Cámara sea quien decida el mecanismo de cambio a la Constitución, consignó La Tercera.
El ministro Vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, habría propuesto el año pasado el contenido de la reforma, al comité político y a la Mandataria. En la propuesta del ministro se pretendería alterar el capítulo XV de la actual Carta Magna, en el que se definen los mecanismos bajo los que se permite realizar cambios a la Constitución.
La Moneda inició la creación de la reforma constitucional en las últimas semanas. El borrador fue revisado el viernes pasado por los ministros Mario Fernández, Nicolás Eyzaguirre, Marcelo Díaz y Rodrigo Valdés, todos ellos pertenecientes al comité político.
Al interior del Palacio, han informado, que pese a que la elaboración del texto está “muy avanzada”, aún no se sabe si se va a cumplir con el cronograma propuesto por la Presidenta.
Esto responde a la complejidad de realizar el debate constitucional, cuando las bases ciudadanas aún no están listas, ya que el Consejo de Observadores, que es la entidad encargada de redactar las bases, señaló, en varias ocasiones, que éstas van a estar listas probablemente a principios de enero del 2017, debido a la dificultad de sintetizar los diálogos ciudadanos de forma rápida.
En La Moneda han reconocido que tratar de iniciar la tramitación sin contar con las bases ciudadanas, da espacio a críticas que señalan que la Presidenta Bachelet está realizando un debate de formas y no de fondo.
Lo que se suma a la copada agenda legislativa que hay al interior del Congreso, junto a la batalla que va a implicar obtener un quórum de 2/3, el más alto que pide la legislación, para aprobar la reforma constitucional.
En el Gobierno señalaron que aún no se ha tomado una decisión respecto al futuro del proceso constituyente, ya que existe la opción de presentar el proyecto al final de este período legislativo y de iniciar el debate constitucional en marzo de 2017.
