“Yo no me voy a poner las dosis de refuerzo, yo genero coágulos. Yo soy un grupo de riesgo a la hora de vacunarse. Yo tengo mis dos vacunas, cumplí con lo que me exigió el Estado, me dijeron que eran dos vacunas, y ahora me dicen que son tres, cuatro, o cinco o seis... y la verdad quién sabe cuántas más. Si la solución a que no funciona un medicamento es tomar más medicamento, entonces yo quiero una mejor explicación”.
El diputado Johannes Kaiser debutó esta semana en el Congreso. Luego de su elección en noviembre pasado se vio envuelto en una polémica por dichos en contra de las mujeres a través de unos videos de YouTube. El hecho complicó la campaña presidencial de José Antonio Kast, por lo que Kaiser voluntariamente renunció al Partido Republicano. Pese a esa dimisión, hoy es parte de la bancada republicana, como independiente.
Por estos días, el parlamentario ha sido crítico de las medidas restrictivas del Ministerio de Salud (Minsal). Esto, a propósito de los dichos del nuevo subsecretario de Salud, Cristóbal Cuadrado. “Vamos a tener que revisar aspectos del Plan Paso a Paso, pero todas estas decisiones se tomarán junto con los expertos y se comunicarán de manera transparente a la ciudadanía”, dijo la autoridad, en Mega. La respuesta de Kaiser, a través de Twitter, fue la siguiente: “Este país no puede seguir siendo gobernado por decretos no respaldados democráticamente por el Congreso. El Minsal no está por sobre la Constitución y no puede seguir cercenando nuestros derechos a discreción”.
En entrevista con T13, el diputado profundiza en su cuestionamiento y pide más debate científico y técnico en cuantos a las vacunas. Sobre las restricciones enfatiza que estas deben ser discutidas en el Congreso, y no simplemente ser aplicadas por “alerta sanitaria”.
—Ante sus críticas a las restricciones a raíz del Covid-19, ¿cómo ha visto, hasta ahora, el funcionamiento en la Cámara de Diputados, en términos de la pandemia? Se restringen los aforos, por ejemplo...
—Eso es correcto y eso nos complica la tarea parlamentaria. Pero a mí me complica mucho más otro tema: yo no soy fundamentalmente una persona que esté en contra de medidas restrictivas cuando existe un riesgo para la salud. Lo que pasa es que si se hacen, se tienen que hacer bien. Tiene que existir un respaldo científico y también político, no puede ser que estemos gobernados por decretos del Ministerio de Salud y cercenar los derechos fundamentales de los chilenos solamente por decreto. O hay Estado de Excepción constitucional -en ese caso sí pueden restringir los derechos, movimientos, etc- o no lo hay, entonces, no puede un decreto del Ministerio de Salud simplemente pasarse la Constitución política por la cola del pavo. Entonces, llega un momento en que nosotros como ciudadanos podemos -y debemos- exigir que se restaure el imperio del Estado de Derecho. Hay una preeminencia constitucional y, por lo visto, por los dos años que han transcurrido cuanto menos -desde que se acabó el Estado de Excepción constitucional- no ha sido tomado en cuenta.
—Decía que los aforos en la Cámara le restringen la tarea parlamentaria. ¿Puede profundizar?
—Las decisiones de la Cámara respecto de cuáles son los aforos, sobre eso, yo no tengo influencia. Pero sobre lo que probablemente pueda tener algún grado de influencia es de si se va a mantener este gobierno por decreto sanitario que existe en este momento. Si quieren restringir los derechos ciudadanos tienen que presentar esa restricción de la mano de una presentación de un Estado de Emergencia al Congreso -así funciona el sistema democrático- y tener que explicarnos por qué hacen que cosas.
—Pero en la Cámara no hay obligaciones específicas.
—La Cámara está solicitando test de antígenos -cada tres días o una cosa así-, mascarilla y lo que está establecido por decreto del Ministerio de Salud y eso hace la vida bastante desagradable para serle bien honesto. No exigen pase de movilidad.
—¿Les exigen vacunas al día o informar acerca de sus vacunas?
—Pero si la vacuna no es obligatoria, no pueden exigirlo, no sería legal. No puede ser demandada como un requisito para participar del proceso democrático. En Austria se cayó la vacuna obligatoria, porque el gobierno austriaco decidió -de la mano de los nuevos datos- de que no era proporcional la obligatoriedad de vacunar a la gente.
—¿Y tampoco se da en la Cámara una situación en que les pregunten informalmente por sus vacunas?
—No, pero, a ver, hoy en día las relaciones entre los seres humanos adentro del Congreso no son tan distintas que afuera del Congreso. ¿A cuánta gente va usted y le pregunta si está vacunado?
—Pero puede ser que les pregunten, por el tema de los aforos. Si uno ve, tienen constantemente las puertas abiertas, incluso después de que se supo que una diputada socialista no se había vacunado... le pregunto si es que hay medidas, quizás más informales, para evitar contagios.
—Nuevamente: la vacuna no es obligatoria, no sé por qué es tema. Si se quiere hacer la vacuna obligatoria entonces tienen que pasar por el Congreso y tener que mostrar sus datos y explicarnos por qué es necesario. Existe aún -aún- una democracia en Chile.
—No sabemos aún cuántas dosis de refuerzo habrá...
—Le recomendaría al periodismo chileno mirar un poco fuera de nuestras fronteras, mirar hacia Israel, cuáles son los datos que hay ahí, por qué en Inglaterra se eliminó el tema. Quizás sería interesante consultar a gente del Ministerio de Salud que tienen una opinión muy crítica respecto de lo que se está haciendo. No solamente hay gente adentro del Ministerio de Salud que está a favor de todo lo que ha sido esta política sanitaria, también hay gente que es muy crítica.
—¿Usted está en contra o a favor de las dosis de refuerzo?
—Personalmente creo que esa es una decisión individual, personal. Es una decisión que debiese tomar cada ciudadano de la mano de su médico, que se la recete. Por una razón muy sencilla: no todos los seres humanos reaccionamos igual a las medicinas. Entonces, uno puede cometer errores graves, obligar, por ejemplo, a una persona que es alérgica o que tiene muchas alergias a tomarse una vacuna que sabemos que puede provocar un efecto adverso en esa materia, me disculpará, pero no sé si eso es justificable. Por otro lado, desde que apareció la variante Ómicron, tengo entendido que su virulencia es alta -en el sentido de que se contagia mucho-, pero su gravedad es baja.
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—Dice que con Ómicron vacunarse ya no sería tan necesario como antes...
—De hecho, este es un dato que le paso: mire hacia Israel. En Israel pararon los refuerzos y los pararon por una razón. Mire los datos: Israel es uno de los países más vacunados del mundo, uno de los primeros que hizo todo este proceso. Si Israel decidió parar el tema de los refuerzos, alguna razón habrá y a mí me tinca que es una razón médica y científica.
—¿Usted decidió si se va a poner las dosis de refuerzo?
—Yo no me voy a poner las dosis de refuerzo.
—¿Por qué no?
—Yo tengo preexistencia, yo genero coágulos. Yo soy un grupo de riesgo a la hora de vacunarse. Yo tengo mis dos vacunas, cumplí con lo que me exigió el Estado, me dijeron que eran dos vacunas, y ahora me dicen que son tres, cuatro, o cinco o seis... y la verdad quién sabe cuántas más. Si la solución a que no funciona un medicamento es tomar más medicamento entonces yo quiero una mejor explicación.
—¿Usted, desde el Congreso, va a oficiar al Minsal? ¿Se puede ver el tema de las dosis de refuerzo? Me imagino que, como usted, hay varios más…
—No solamente varios más, decenas o doscientos de miles de personas en Chile están en una situación médica personal que probablemente es de riesgo. Yo puedo, por supuesto, oficiar y a través de la comisión de Salud vamos a empezar a presionar por este tema. Pero yo quiero presionar fundamentalmente desde el punto de vista constitucional, porque, nuevamente, a mí lo que me molesta es la falta de debate científico y técnico, y ese debate significa que hay dos posiciones encontradas y después vemos qué es lo que sale de eso. La toma de decisiones respecto a la restricción de los derechos fundamentales de los chilenos, si hay que tomarla, se toma en el Congreso, no se toma por decreto. La alerta sanitaria no basta para prohibirle a una persona una actividad comercial o la libre circulación o incluso, hasta cierto punto, presionarla para que se administre un medicamento que supuestamente es voluntario.
—¿La bancada entonces va a oficiar para aclarar lo del Plan Paso a Paso?
—Eso es correcto, pero no solo la bancada, lo podemos hacer los parlamentarios individualmente. Yo espero que con este gobierno entren aires nuevos, que miren más allá de las fronteras de Chile, porque nosotros no somos una isla, que vean los casos de otros países donde no se violenta tan brutalmente los derechos individuales de las personas a la hora de enfrentar este desafío sanitario. El oficio es una idea que conversamos con la bancada y lo veremos la próxima semana. No se olvide usted que estamos recién instalándonos. La demanda de tiempo, atención y aprender hacer las cosas no es menor. Pero lo tenemos absolutamente presente y probablemente esta semana hagamos un par de movidas en dirección a corregir y en lo posible a ayudar al gobierno a tomar buenas decisiones.