Por Pablo Cádiz y Cristopher Ulloa
"Yo creo que cuando uno tiene un cargo de confianza para llevar adelante una tarea y le piden la renuncia, uno se va. Eso es lo que haría cualquier persona".
Con estas palabras, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, abordó la polémica instalada luego de que el gobierno decidiera remover de su cargo a la rectora de la Universidad de Aysén, Roxana Pey. Luego que la académica se negara a renunciar-acusando un atentado a la autonomía universitaria- el gobierno optó por destituirla, decreto el que hasta el día de hoy sigue en trámite en Contraloría.
La polémica, sin embargo, no sólo ha sido por la decisión de sacar a Pey de su cargo. El pasado viernes, y al borde del plazo legal, el gobierno envió a toma de razón a la Contraloría los estatutos que regirán tanto a la Universidad de Aysén, como a la de O'Higgins.
Un documento que según Roxana Pey no ha sido conocido por la comunidad universitaria. A las críticas se sumó el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, quien el lunes pasado envió un oficio a Delpiano donde le planteaba su "inquietud" por la falta de respuesta a la propuesta de estatutos que habían sido visados por la casa de Bello, que actúa como tutora del proceso.
"Nos preocupa no tener conocimiento de eventuales ajustes, considerando que el debate público y parlamentario respecto del contenido del proyecto de reforma recién se ha iniciado y no existe certeza del texto de la ley que en definitiva se aprobará", señaló en la misiva a la que tuvo acceso T13.
Consultada sobre las críticas del rector Vivaldi, la ministra Delpiano se limitó a señalar: "tengo reuniones con el rector periodicamente y prontamente tendremos reunión".
En el caso de las acusaciones de Pey, aseveró que "no corresponde" informarle, por cuanto su destitución se encuentra en trámite.