“Iré a la primera vuelta por Chile, porque hoy no hay ningún candidato que se defina de derecha”. Esa fue una de las primeras declaraciones que lanzó esta semana el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, a días de que se inscriban dichas candidaturas y las del Parlamento ante el Servicio Electoral (Servel).
Aunque parece hasta ahora la definición más obvia desde el círculo de J. A. Kast -han insistido una y otra vez en que esa decisión “no está sujeta a evaluación”-, desde Chile Vamos insistieron hasta la semana pasada que el pacto parlamentario está casi descartado, pues no conciben ese acuerdo con distintas alternativas presidenciales.
Desde el oficialismo, incluso, han hecho trascender que le han sugerido a Kast que postule como senador por Los Ríos, sin embargo, en su equipo dicen que no ha habido un ofrecimiento oficial. En ese sentido, agregan, J. A. Kast no tiene en su horizonte volver al Congreso, pues estuvo allí como diputado por 16 años.
En paralelo, Chile Vamos ha lanzado advertencias: si el Partido Republicano compite fuera del pacto con la coalición de centroderecha, corre el riesgo de desaparecer. ¿La razón? La ley de partidos políticos contempla que, para mantener su existencia legal, las colectividades deben cumplir una serie de requisitos en la votación de la elección parlamentaria, en este caso, del próximo 21 de noviembre: lograr un 5% de la votación en la elección de diputados en al menos ocho regiones (si es partido nacional) o tres regiones (si es partido regional); o bien, elegir a cuatro parlamentarios en, al menos, dos regiones distintas.
“José Antonio Kast tiene que definir qué es más importante para él: ¿su proyecto personal de su candidatura presidencial o mantener vivo su partido? Si no firma un pacto parlamentario, no va a lograr sobrevivir como partido”, dijo el jueves pasado la senadora Jacqueline van Rysselberghe en Ex-Ante.
¿Cuál es el análisis que hay al interior del Partido Republicano? “Esta es una tremenda oportunidad”, dicen en ese sector en torno a la candidatura presidencial de J. A. Kast. En base a esa idea, de hecho, es que han sostenido que esa decisión no está sujeta a revisión.
Hay al menos tres factores que responden a ese análisis sobre la oportunidad para la derecha de J. A. Kast: no hay un competidor más ganador que otro ni un expresidente de la República, como ocurrió en 2017, por lo que, entonces, Sebastián Sichel -el candidato independiente de Chile Vamos- debiese obtener menos votos que Piñera en primera vuelta y, por último, el ADN de Sichel, señalan, no es de Chile Vamos, por lo que eso puede acercar a J. A. Kast al electorado del bloque oficialista.
Los dos años “a prueba”
Fue en abril de 2019 cuando el entonces movimiento Acción Republicana celebró su primer aniversario en el Círculo Español. El grupo, en ese momento, buscaba convocar a distintos parlamentarios y dirigentes -aunque militaran en otras colectividades- para discutir causas comunes, una suerte de “Tea Party” estadounidense. Sin embargo, ese aniversario fue un balde de agua fría: los diputados UDI y RN que simpatizaban con el grupo -que al menos eran una decena- finalmente no llegaron al encuentro. Solo lo hizo Ignacio Urrutia, que terminó renunciando a la UDI.
Ahí la conclusión fue tajante: J. A. Kast debía formar un partido político. Y así ocurrió, mientras, comenzaron a formar el centro de estudios Ideas Republicanas. En junio de ese año, el grupo inició la recolección de firmas posterior a la solicitud ingresada ante el Servel. El pasado 18 de julio, de hecho, la entidad notificó la conformación nacional de la colectividad. Es decir: Kast tardó dos años en consolidar ese proyecto.
Ahora, el desafío es mantener vivo y hacer crecer al Partido Republicano -según la exigencia de la ley- en la próxima elección parlamentaria, y de pasada, que J. A. Kast supere los votos que obtuvo en 2017, es decir, el 7,93% (523.213 votos).
Si obtiene menos de ese porcentaje -Pablo Longueira ha hablado de un 4%-, sería un fracaso, admiten, no obstante, no está en su “mentalidad”, es más, dicen que la expectativa es que logre un 10% de los votos.
¿Hay un riesgo de convertirse en un Marco Enríquez-Ominami (ME-O) que ha sido tres veces candidato presidencial y siempre obtiene menos adhesión? “José Antonio nunca iría a una tercera vez si es que ahora no se supera”, afirman al tiempo que agregan que tiene “sentido de realidad”.
Sichel ante apoyo de parlamentarios de RN a Kast: "Me da lo mismo"
Si en 2017 -sin partido político, sin centro de estudios y sin candidatos al Parlamento- obtuvieron ese apoyo versus el 36,64% de Piñera, es poco factible que alcance menos adhesión ciudadana. El factor novedad, recalcan, es lo único que le podría jugar en contra.
La empresa Black & White -ligada a la economista Paola Assael, que ha trabajando en el equipo económico de Sichel- publicó hace unos días una nueva encuesta presidencial -en torno a votación de primera vuelta del 21 de noviembre-, en la que posicionan a Kast con un 13% mientras al exministro con un 35%.
Hoy la estrategia se está ideando a toda máquina: desde julio que tienen un comando especial para la campaña de J. A. Kast ubicado en Las Condes. Los equipos programáticos, en ese sentido, están trabajando en las ideas centrales de la nueva elección presidencial e incluso contemplan establecer un vocero para cada tema. ¿El objetivo central? “Movilizar a la derecha siempre será un triunfo; nuestro adversario no será Sebastián Sichel”, aseguran.
Mientras, las expectativas parlamentarias también rondan en el partido: esperan sacar diputados en la V Región Cordillera (1), en Los Ríos (1), en La Araucanía (2 o 3) y en el distrito 11 de Las Condes, Lo Barnechea, Peñalolén, Vitacura y La Reina 1 o 2, tal como dijo este lunes a T13.CL el secretario general de los republicanos, Antonio Barchiesi.
Por estos días, J. A. Kast se ha enfrentado públicamente con el presidente de RN, Francisco Chahuán, por la eventual libertad de acción a los parlamentarios que busquen respaldarlo en los comicios de noviembre. “Queremos unir, no dividir; Si hay diputados apoyando a Sichel o Kast, hay que darles libertad”, han defendido desde el Partido Republicano. ¿Cederá RN? Como sea, en noviembre J. A. Kast tiene que demostrar con votos si es que la llamada “derecha sin complejos” ha dado frutos durante estos dos años.