El partido Convergencia Social, liderado por la diputada Gael Yeomans, aseguró, este martes, que consideran que "un cambio constitucional que permita terminar con le herencia de la dictadura, es una necesidad urgente y, al momento de concretarse, marcará la historia social y política de nuestro país".
Esto, tras el acuerdo por una nueva Constitución al que llegaron el oficialismo y algunos partidos de la oposición, y del cual ellos no fueron parte.
Y ese mismo acuerdo fue el que generó un duro quiebre al interior del partido, luego que dos de sus más importantes figuras, Gabriel Boric y Jorge Sharp, se enfrentaran.
El alcalde de Valparaíso cuestionó que el diputado magallánico firmara a título personal el citado acuerdo, por lo que decidió renunciar a Convergencia Social junto a otros militantes.
En tanto el partido decidió pasar al Tribunal Supremo a Boric por su acto, para que ellos evalúen su actuar, y de estimarlo necesario, apliquen las sanciones pertinentes.
A través de un comunicado, Convergencia agregó que la posibilidad hoy de que se pueda avanzar en una nueva Carta Magna "es solo gracias a las manifestaciones, huelgas y protestas, sostenidas por millones de personas desde hace más de un mes, expresiones de descontento por los abusos y cuestionamientos al modelo de desarrollo chileno y su institucionalidad elitista. Dichas manifestaciones por el descontento popular, solo han tenido como respuesta del gobierno la represión, la tortura, la violencia sexual, las mutilaciones y la muerte".
En ese sentido, aseguraron que el llamado Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución "es una respuesta política aún insuficiente, ya que carece de legitimidad social y deja abiertos temas relevantes para asegurar la participación política de la ciudadanía. La posibilidad de darle un carácter transformador y legítimo a este proceso, radica en la superación de una serie de trabas que impiden dar protagonismo efectivo a las mayorías en la Asamblea Constituyente – ahí llamada Convención Constituyente -, de manera que las razones más profundas que dieron originen a esta movilización, queden plasmadas en su composición y mecanismos democráticos internos. Por estas razones no firmamos".
Convergencia, además, aseguró que "es necesario mantener las movilizaciones y desarrollar respuestas concretas en aspectos claves que garanticen el carácter radicalmente democrático de la Asamblea Constituyente, resguardando en todo momento los intereses de nuestros pueblos. Algunos de estos aspectos son: Quórum necesarios para los acuerdos, sistema de elección de delegados constituyentes con énfasis en participación de representantes de organizaciones sociales, sindicales, ciudadanía independiente, participación de jóvenes mayores de 16 años, paridad de género, representatividad regional y territorial, escaños reservados para pueblos originarios, financiamiento de campañas, transparencia, difusión y metodología adecuadas para el debate, vinculación entre cabildos y asambleas auto-convocadas y el proceso constituyente, etc".
Finalmente, indicaron que "hoy más que nunca el llamado es a la unidad de los sectores políticos y sociales movilizados. Debemos seguir instalando una agenda corta que apunte a conquistar demandas urgentes para nuestros pueblos y que aún no reciben una respuesta satisfactoria: por un lado una agenda de derechos sociales y de reducción de las desigualdades y, por otro, verdad, justicia y reparación ante las graves violaciones a los DD.HH. ocurridas en este período. Sumado en un plano estratégico a mantener la presión social y política para asegurar un proceso constituyente plenamente democrático que permita la mayor expresión social y popular en el proceso constituyente".