La Contraloría General de la República ordenó, este martes, a la Municipalidad de Maipú devolver más de 14 millones de pesos que el municipio gastó para desarrollar un viaje a Mendoza a ver ballet, junto a estudiantes y apoderados de la Escuela de Artes de la comuna y trabajadores a honorarios.
El ente fiscalizador aseguró que se constataron “gastos improcedentes” por 10 millones de pesos por la compra de 69 pasajes aéreos para viajar a Mendoza, 62 de ellos para particulares, alumnos y apoderados de la Escuela de Artes de Maipú, lo que saldría del presupuesto asignado al programa cultural del municipio.
“Los siete restantes, para personal a honorarios, cuyos contratos no contemplan la realización de cometidos en el extranjero, por lo que esta entidad de control formulará el reparo correspondiente por la anotada suma”, dice el informe de Contraloría.
A eso se agregó un pago de 4,6 millones de pesos por viáticos a once personas contratadas a honorarios por el municipio de Maipú, lo que consideraba gastos por alejamiento y alimentación.
“Sus contratos no contemplaban cláusulas de pago de viáticos, como beneficio o compensación por gastos de alimentación y alojamiento, derivados de cometidos encomendados fuera del país, por lo que esta entidad formulará el reparo correspondiente”, acota Contraloría.
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Otro punto cuestionado por el ente fiscalizador fue que dos personas fueron incluidas en la nómina de pasajeros de avión y también en la plantilla que viajó vía terrestre, por lo que no se pudo establecer la identidad de dos personas que fueron hasta Mendoza a ver la obra de ballet La Cenicienta.
La alcaldesa Cathy Barriga reaccionó molesta a la publicación de la Contraloría y, a través de Instagram, explicó los gastos en los que incurrió la municipalidad en marzo de 2019 y también cuestionó el rol del ente.
"Lo que es lamentable, y de verdad lo tengo que manifestar, es que la Contraloría de alguna manera está observando esta compra de pasajes, que fueron 10 millones en pasajes y la otra cantidad de dinero era para el viático y alojamiento de los funcionarios que fueron: sonidistas, tramoyas, maestros, conductores y TENS que iban acompañando a la delegación", dijo.
"Encuentro increíble que se haga una observación de este tipo. Si hay algo que tenemos que cambiar en la Constitución es el rol que hoy tiene Contraloría. Esto está en los artículos 98, 99 y 100 de la Constitución. Lo dejo planteado porque la Contraloría tiene un rol fiscalizador de los recursos públicos y de los actos administrativos, y hoy, una vez más, está teniendo un rol político", enfatizó.
Barriga, quien también había sido auditada por Contraloría en diciembre del 2019 por la compra de collares por parte de la Municipalidad de Maipú, insistió en que el ente no está cumpliendo su rol.
"Lamentablemente la Contraloría hoy día no está velando por lo que tiene que velar. Pongo como ejemplo: qué pasa con todos esos alcaldes que viajan, por todo el mundo con muchas personas, con agencias de viajes truchas. Para qué seguir enumerando. A partir de esto, yo no quiero ser mal pensada que esto sea algo político, pero el director jurídico del contralor es pariente y hermano cercano de un diputado del Frente Amplio. Las cosas por su nombre", acusó.