Comisión de Salud de la Cámara rechaza indicación que buscaba prohibir autocultivo
Sólo tres de las 81 indicaciones al proyecto que permite la despenalización del autocultivo privado de marihuana y el uso medicinal de la marihuana alcanzaron a ser votadas en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
En medio de un áspero debate (ver subtítulo), los integrantes de la instancia desestimaron dos indicaciones, una de ellas de los diputados DC Gabriel Silber y Sergio Espejo, juntos a los PPD Miguel Ángel Alvarado y Daniel Farcas, la que buscaba prohibir el autocultivo en los hogares, y centralizar la entrega de cannabis a las personas por medio de "proveedores".
El presidente de la Comisión de Salud, Víctor Torres (DC) destacó el rechazo de la enmienda, la que a su juicio "buscaba era ir en una dirección completamente distinta a lo que original, entre habíamos planteado, estableciendo mecanismos de regulación, de venta, incluso de porcentajes de THC, que no apunta a lo que queremos, que es terminar con el vínculo entre el dealer y el consumidor y por otro impedir que exista comercialización de esta planta".
"Entendiendo que no es inocuo el consumo, no queremos que esto sea un negocio", agregó.
Si bien quedan otras 78 indicaciones por revisar, el parlamentario sostuvo que -hasta el momento -"quedaría garantizado el autocultivo".
Sin embargo, quedan pendientes temas no menores como las cantidad de porte y tenencia que permitirá el proyecto. Lo que sí se rechazó fue una indicación del gobierno que buscaba reponer en la redacción que se consagrara la posibilidad de portar cannabis para su consumo "próximo en el tiempo". Los parlamentarios rechazaron esta enmienda señalando que resultaba complejo determinar cuánto tiempo permanecía en poder de una persona la marihuana.
Tenso debate entre Farcas y Rubilar
La indicación de Silber, Espejo, Farcas y Alvarado generó sorpresa entre los parlamentarios, pues apuntaba precisamente a impedir un eje central del proyecto: el autocultivo.
La propuesta, más bien, apuntaba a entregar la facultad de cultivo y distribución a organizaciones. Un modelo muy similar es el de los clubes canábicos en Uruguay.
Farcas fue el encargado de explicar la propuesta. "Lo que queremos es mantener la marihuana alejada de niños. A los que rechazan, les pregunto: ¿cómo van a hacerlo para fiscalizar que haya una o dos plantas?".
"Por eso hemos propuesto que sean instituciones o fundaciones las que cultiven y procesen y comercialicen la marihuana. Es la única manera de tener alejado a menores de la droga", aseveró.
El diputado enfatizó que "el consumo debe ser legalizado, pero tiene que haber una norma que nos garantice que los menores van a estar lejos de la droga".
La intervención de Farcas tuvo una rápida respuesta de la diputada independiente Karla Rubilar, quien emplazó al diputado a explicar "por qué cambio de opinión en tan poco tiempo".
"Me parece tremendamente preocupante que se esté creando el negocio de la venta de marihuana con fines medicinales, un negocio gigantesco para farmacéuticas. Insólito", sentenció.
Junto con esto, la diputada manifestó: "Yo estoy en el mismo distrito que el diputado Farcas, y puedo asegurar que el problema que tenemos no es la marihuana natural, el problema son las pasta base, las drogas duras, a las que se entra a través de los narcotraficantes".