A las 15.00 horas de este martes, la comisión de RR.EE. de la Cámara de Diputados recibirá -de manera telemática- al canciller Teodoro Ribera. El tema: el “cierre de las embajadas de Chile en Dinamarca, Grecia, Argelia, Siria y Rumanía”, se lee en la citación.
El anuncio fue realizado el fin de semana por el jefe de la cartera en declaraciones a El Mercurio, donde se señalaba que los jefes de dichas misiones diplomáticas habían sido notificados el viernes pasado.
Entre el anuncio y la citación al Congreso, las aguas se han movido bastante, dicen en círculos diplomáticos. Varios comentarios iban dirigidos a cómo habrá caído el anuncio en la embajada de la Unión Europea en Chile: su jefa de misión, Stella Zervoudaki, es griega, uno de los países incluidos entre los cierres.
Como sea, las críticas iniciales de algunos parlamentarios opositores dieron paso a cuestionamientos públicos de conocidos diplomáticos.
“Como ex Embajador en Dinamarca no puedo más que lamentar la miope decisión del Gobierno de cerrar nuestra Embajada, desconociendo los profundos lazos políticos culturales y económicos que nos unen con este país nórdico, miembro de la Unión Europea. Es una decisión sin sentido”, escribió en su cuenta de Twitter el ex subsecretario de RR.EE. durante el gobierno de Ricardo Lagos, Cristián Barros.
Los cuestionamientos del ex embajador en Perú y ante Naciones Unidas tomaron una especial atención en la Cancillería, debido a que transmitió su inclinación a renunciar al Consejo Asesor de Política Exterior, creado a fines de abril y que ha tenido una reunión. “Cita en la que no se mencionó ni una palabra sobre esta decisión”, dice uno de sus integrantes. Tampoco, dicen quienes conocieron del encuentro, se abordó en el encuentro de Ribera con ex Cancilleres, el 11 de mayo pasado.
“Cierre embajada Chile en Dinamarca es inexplicable. Socio de muchos años. Políticas públicas ejemplares. Economía sólida. Muy alto en índice innovación. País solidario. Seguro que costo cierre no fue contabilizado en ahorro. Y lo más probable es que un próximo gobierno la revierta!”, escribió el ex agente de Chile ante La Haya, Alberto van Klaveren, quien agregó que “ningún país de la UE puede ser definido como socialista. Todos son economías de mercado y casi todos democracias liberales”.
A su turno, el ex canciller Mariano Fernández señaló que “el cierre de 5 embajadas es muy negativo para el despliegue de Chile en el escenario internacional que ha sido la principal característica de nuestra política exterior desde la restauración democrática de 1990”.
Las llamadas telefónicas en las últimas horas han sido varias, además. No sólo del canciller Ribera abordando el tema con parlamentarios, según dicen en RR.EE. También entre diplomáticos y expertos: incluso, hubo una suerte de coordinación para solicitar vía Transparencia el estudio que -según explicó el ministro en la prensa el fin de semana- sirvió de base para definir cuáles embajadas serían cerradas.
En el edificio Carrera comentan que cualquier que haya frecuentado las tareas diplomáticas sabe que es inviable conseguir un documento de ese tipo vía Transparencia. “Es evidente que se busca hacer ruido”, señalan en Cancillería, donde admiten que si había un buen momento para anunciar decisiones como ésta, respaldada en la necesidad de cortar gastos, era este, en medio de una pandemia que exige ahorros de manera urgente.
Además, en el edificio Carrera agregan que la decisión se venía estudiando desde hace meses y que apunta a orientar la presencia de Chile a espacios que puedan ayudar de mejor manera a los objetivos de política exterior. El interés en fortalecer la presencia en Asia Pacífico es, sin duda, una de las líneas a considerar, señalan.
De todas maneras, existe consenso en que, por mucho debate de expertos que exista, “el horno no está para dilemas diplomáticos”, señalan tanto en el edificio Carrera como entre los críticos de la decisión, aludiendo a que las urgencias y necesidades por las que atraviesa el país hacen que este tema sea vista por la ciudadanía como lejano y fuera de foco.