La fiscalía resolvió formalizar al ex candidato presidencial y líder del PRO, Marco Enríquez Ominami, en el marco del Caso SQM.
La información la confirmó esta tarde el fiscal del caso, Pablo Gómez, quien detalló que se pedirá una audiencia para comunicar que se le investiga como presunto facilitador de boletas ideológicamente falsas por parte de la empresa de su ex asesor y mano derecha, Cristián Warner. Se trata de 34 facturas por $362 millones de pesos que fueron rectificadas por SQM Salar y que motivaron una querella del SII contra Warner.
"Se trata de un delito tributario, cometido entre los años 2011, 2012, 2013 y estan vinculados al artículo 97 N° 4 inciso final, en su rol como facilitador en la emisión de boletas o facturas que son ideológicamente falsas", explicó.
Gómez detalló que se pidió al 8° juzgado de garantía de Santiago que la audiencia se agende para el próximo 19 de octubre, día que se formalizará a Cristián Warner.
Consultado si el hecho que no exista una querella nomitativa hacia el ex candidato podría complicar la formalización, el fiscal respondió que "no, siguiendo el criterio que estableció el fiscal nacional en sus instructivos efectivamente acá existe una querella del SII contra Cristián Warner por hechos que investigados por el Ministerio Público han dado cuenta que en ellos habría intervenido no sólo el señor Cristián Warner sino que también el señor Marco Enríquez-Ominami".
Es por esta arista que ME-O fue citado a declarar como imputado el 14 de diciembre de 2015. Luego de más de dos horas de testimonio, la declaración quedó inconclusa luego que el ex candidato ejerciera su derecho a guardar silencio.
La solicitud de formalización se conoce a una semana que se conociera que la fiscalía tomado una serie de declaraciones tras detectar trasferencias bancarias desde la firma de Warner a colaboradores del comando del ex candidato presidencial, además de boletas de honorarios por trabajos realizados para la campaña del líder del PRO. Los testimonios apuntaban a que la firma de Warner pagaba gastos de la campaña de ME-O, justo en momentos que Warner Comunicaciones facturaba a SQM.
La vinculación de Enríquez-Ominami con el caso SQM -sumado a la polémica por el uso de un jet privado para la campaña- ha impactado fuertemente su popularidad: su rechazo se duplicó desde agosto de 2015 hasta ahora y su respaldo bajó de 42% a 25%, según la encuesta CEP.