“Reconozco que aplique a usos propios o ajenos parte de los dineros que se me asignaron para el pago de asesores externos o legislativos”. Esta fue una de las confesiones que realizó el Senador UDI Jaime Orpis ante la fiscal Ximena Chong, en el marco de la investigación del denominado Caso Corpesca, en la cual se ha acreditado hasta el momento el desvío de $151 millones que el Congreso le entregaba para apoyo legislativo.
El Mercurio accedió a la declaración del parlamentario ante el Ministerio Público, donde reconoció por primera vez (tras cuatro diligencias previas) haber incurrido en delitos tributarios a través del desvió de asignaciones parlamentarias y de la emisión de boletas falsas para el financiamiento de campañas políticas.
En la misma línea, el Senador UDI confesó el mal uso de dichas asignaciones. "Infringí la obligación que pesaba como administrador de tales recursos de aplicarlos sólo para el pago de asesores y no para otros fines distintos".
El parlamentario señaló que ha colaborado con la investigación. "Mi intención es proceder a reintegrar la totalidad de tales dineros que fueron usados para fines propios o ajenos, distintos a lo que correspondía, que era el pago de asesores parlamentarios".
A pesar de reconocer algunos delitos, el parlamentario negó los cargos de cohecho y lavado de dinero que se le atribuyen. "Reconozco que solicité personalmente o a través de terceros la emisión de boletas de honorarios a la empresa Corpesca SA".
Con estos recursos, el Senador habría financiado campañas de terceros. "No solo financié mi campaña, sino varias más, y normalmente se parte unos 7 u 8 meses antes de la elección. Yo daba las instrucciones a quienes me conseguían boletas para que me depositaran en mis cuentas corrientes, y también en cuentas de terceros, como los jefes de campaña, para que hicieran directamente gastos de campaña", declaró Orpis.
