Pablo Cádiz y Paola Moreno
Un perjuicio fiscal de $118.872.912 causó la empresa Caval, de propiedad de Natalia Compagnon y Mauricio Valero, producto de la incorporación de facturas falsas emitidas por la firma Inversiones Lo Beltrán Limitada, "por servicios que nunca fueron prestados".
Así lo señala la querella del SII interpuesta ayer, y a la que accedió T13. El documento detalla la trama de presuntos delitos tributarios cometidos por la firma en los años tributarios 2013, 2014 y 2015.
Se pudo constatar que los documentos analizados en la siguiente querella corresponden a facturas falsas emitidas por Lo Beltrán, a solicitud y con conocimiento de Mauricio Valero, por servicios no prestados, y que fueron considerados en los registros Contables de Caval
La querella señala que tanto Valero como Compagnon han incurrido en el "delito de presentación de declaraciones de impuestos maliciosamente falsas" a través de su firma Caval, el que se encuentra sancionado por el inciso 1 del artículo 97 N° 4 del Código Tributario. En tanto a Patricio Cordero y Paulina Besserer se les imputa el delito de facilitación de documentación tributaria falsa emitidas por Lo Beltrán, esto a raíz de la presentación de 13 facturas, por un total de 305 millones de pesos.
En el marco de esta querella el SII señala que se solicitó a Caval que concurriera al Servicio a aportar los libros contables o cualquier otro respaldo que permitiera acreditar la existencia de dichos servicios. Sin embargo, los antecedentes no fueron aportados. Según el libelo, la firma habría argumentado que los libros contables se encontraban en poder de la fiscalía y que se encontraban en proceso de recopilación de los respaldos. "Hasta la fecha no se han aportado los respaldos", se sostiene.
Cordero: "Desconozco por qué Valero me pagó montos por facturas por servicios no prestados"
Consultado sobre la efectividad de los supuestos servicios, Patricio Cordero señaló que estos “han sido exactamente ajustados al valor de todas las facturas emitidas por Lo Beltrán a Caval durante los años 2012 y 2013 con el único objeto de darle un sustento de veracidad a las facturas ingresadas como gasto en la contabilidad de Caval”
“Puedo decir que los contratos fueron antedatados y creados por Valero, con esos valores por asesoría con el único objeto de justificar los egresos de dinero desde Caval”, sostiene.
Por otro lado, señala que tanto las facturas emitidas por “los que se denomina proyecto Saydex y Freirina fueron emitidas a petición y por los montos solicitados por Valero”.
Desconozco por qué Valero me pagó montos por facturas por servicios no prestados. Yo no me había dado cuenta que había pagos en Lo Beltrán por servicios no prestados debido a la gradualidad de los depósitos”.
Si bien Cordero señaló que se realizó asesorías “verbales” a Saydex, esta versión –de acuerdo al SII- fue puesta en duda por el gerente de dicha firma, Juan Rodolfo Rodríguez: “El no participó en ningún momento en la prestación de servicios de Caval a Saydex”.
En el caso de Agrusuper, Cordero declaró que se trató de asesorías para “revertir la opinión negativa” que se generó frente a la planta de la zona. Sin embargo, Gonzalo Vial Concha –quien controla el 24% de la firma- señala que “Caval no prestó ningún servicio a ninguna de las empresas del grupo nuestro”.
“En síntesis, los antecedentes descritos demuestran claramente que los documentos emitidos por Lo Beltrán a Caval contienen operaciones que no son efectivas, por lo que corresponden a facturas falsas, que fueron registradas por Caval en su contabilidad (…) habiendo rebajado indebidamente su base imponible afecta a impuestos”, sostiene el SII.
Respecto de la facilitación de documentación tributaria falsa, hay una afirmación de Cordero que es clave: “Desconozco por qué Valero me pagó montos por facturas por servicios no prestados. Yo no me había dado cuenta que había pagos en Lo Beltrán por servicios no prestados debido a la gradualidad de los depósitos”.
Pese a esto, el SII sostiene que a partir de los antecedentes del caso “se desprende de manera inequívoca que Patricio Cordero no podía menos que conocer de la emisión de los documentos que señala como falsos”