Carrera Docente: Jaime Gajardo asegura que "Chile pierde" con rechazo a idea de legislar
Reacciones diametralmente opuestas generó en el Colegio de Profesores el rechazo de la idea de legislar el proyecto de carrera docente en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
El presidente del magisterio, Jaime Gajardo calificó el rechazo de la idea de legislar "como un acto de irresponsabilidad política y oportunismo".
"Quien pierde, al no contar con una carrera docente, es Chile y su educación pública", aseguró Gajardo en una clara alusión al escenario que se expone el proyecto tras su rechazo en la comisión.
Tras la decisión de hoy, el proyecto llegará la primera semana de agosto a la Sala con un informe de rechazo, que de ratificarse dará por finalizada la tramitación y el Ejecutivo no podrá volver a insistir en un año en la idea de legislar sobre esta materia.
"Nosotros sí queremos carrera docente, y queremos carrera docente. Creemos que la carrera docente es una urgencia nacional, no estamos dispuestos a aceptar una postergación, los profesores no", aseguró Gajardo.
Con el rechazo de la idea de legislar -dijo Gajardo- "se ha vuelto todo a fojas cero, y estamos en nada...Pierde todo el páis".
Desde la otra vereda, el ala disidente del magisterio celebró el rechazo de la idea de legislar.
"Esto no es algo definitivo, pero es un pequeño triunfo de nuestra causa y nuestro movimiento y una evidente derrota para el Mineduc y para aquellos dirigentes que se alinearon con ellos", sostuvo el prosecretario Mario Aguilar.
El representante del sector disidente del magisterio remarcó que "esto no asegura nada ya que ahora lo deben votar en sala en dos semanas más, pero sin duda debemos celebrar que este mal proyecto tenga cada vez menos apoyo y ni siquiera los parlamentarios de gobierno lo respaldan".
"Esto debe ser una lección para el gobierno y su añeja manera de legislar a espaldas de la ciudadanía", añadió.
Ambos sectores del profesorado se verán las caras este viernes en una asamblea nacional donde el tema central era, precisamente, definir la continuidad de la movilización, que hoy cumple 52 días.