El ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, expuso, este martes, en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en su sede en Washington, luego de que se citara a una sesión extraordinaria para analizar la situación de Chile.
El Canciller comenzó agradeciendo la convocatoria al Consejo Permanente extraordinario, "al que hemos querido concurrir con el fin de informar sobre los eventos sociales y de violencia ocurridos en Chile durante las últimas semanas, como de las medidas adoptadas por el Estado al respecto".
Ribera primero detalló la situación que se está viviendo en el país y expresó que "lo ocurrido en Chile es de una u otra manera una advertencia para todos. Dada la estabilidad política y económica Chile ha logrado progresos importantes en las últimas décadas (...) el estallido social constata, sin embargo, que el crecimiento económico y el crecimiento social no garantizan por sí solo, la paz social".
En ese sentido, señaló que "es indudable que el crecimiento económico facilita mucho las cosas, el crecimiento económico permite aumentar las expectativas de vida, disminuir la mortalidad infantil, disminuir sustancialmente la pobreza, la extrema pobreza, pero cuando las personas se incorporan a otros estratos sociales, cuando las personas logran otros cometidos en la vida surgen también nuevos desafíos para el Estado".
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Y agregó que "quizás ya el Estado no tiene por desafío repartir viviendas o alimentación en los colegios, sino que el desafío de esas nuevas clases medias son diversos a los que los Estados estaban acostumbrados, y un problema en nuestra sociedad actual es que los partidos políticos son relativamente impermeables ante la modernidad, los partidos políticos no les es fácil incorporar a nuevos líderes y a juventudes, y es probable que en muchos países, no solamente en Chile, se haya producido y se produzca una cierta distancia entre las elites políticas y la sociedad".
Ribera detalló que normalmente a los políticos les gusta verse "refrendados" en la televisión abierta y en los periódicos en papel, pero explicó que hoy día la sociedad no se informa por esos medios, sino que hay otras formas de comunicación y "surgen así sociedades paralelas donde el Congreso no logra, a pesar de sus esfuerzos, representarlas adecuadamente".
En esa línea, aseguró que "el desafío que tenemos en Chile es responder a las demandas que nos hace la nueva clase media".
El Canciller explicó al Consejo que "durante los últimos 30 años surgió en Chile una nueva clase media que hoy día está aproximándose a una edad mayor y entonces está ante la disyuntiva de tener que jubilar, y que probablemente esa jubilación no sea lo suficientemente alta para mantener el nivel de vida que durante toda su vida ha ido construyendo".
Y agregó: "Por tanto el desafío de Chile es construir una sociedad con más seguridades, es en definitiva garantizarle a esa clase media que no va a perder lo que con tanto esfuerzo ha logrado conquistar".
El ministro Ribera concluyó afirmándole al Consejo que su interés era plantearles esa disyuntiva, "que algunos países vivieran más temprano, otros más tarde, pero que es parte de la modernidad, de la post modernidad. Cerrar los ojos a esta realidad es un error, por tanto nuestra intención era decirles estamos viviendo un problema, estamos viendo cómo lo gestionamos y les agradecemos a ustedes que hayan destinado este tiempo para escucharnos".