"Hace un año, en octubre de 2019, Chile vivió un estallido social".
"Tal estallido mezcló dos elementos: Inusitada y desconocida violencia, cuya más clara expresión fue la destrucción de varias estaciones y carros del Metro en Santiago y manifestaciones de protesta pacíficas, que en algunos casos fueron multitudinarias".
Estos dos párrafos dan inicio al documento "A un año del 18-O: El camino democrático e institucional de Chile", una presentación de diez láminas firmada por el canciller Andrés Allamand que busca exponer en el extranjero la visión del gobierno chileno respecto a los hechos acaecidos durante el último año en nuestro país.
El documento -que Allamand ya distribuyó a los embajadores chilenos para que lo difundan en sus respectivas destinaciones- subraya que "el estallido evolucionó hacia una crisis política, que se encauzó a través de un acuerdo, a requerimiento del Presidente de la República, Sebastián Piñera, alcanzado por todas las fuerzas políticas -con la sola excepción del Partido Comunista- para convocar a un plebiscito y redactar una nueva Constitución". Y sostiene que "conocer el contexto de la crisis, la forma en que ésta ha evolucionado y la manera en que el Gobierno ha manejado sanitaria y económicamente la pandemia del Covid-19, es un paso necesario para anticipar la dirección en que avanzará Chile".
La presentación destaca la "trayectoria de progreso" que ha tenido Chile en los últimos 30 años, detallando cifras económicas vinculadas al crecimiento y la evolución de la pobreza, entre otras. Y dedica un capítulo a explicar "el convulsionado 2019", asegurando que "no hay duda que en ese fenómeno influyeron factores tales como la mala distribución del ingreso, las bajas pensiones y las deficiencias del sistema de salud público".
"Sin embargo, no se ha reparado que incluso los países de trayectoria exitosa no son inmunes a la protesta social. Sin ir más lejos, la “Primavera Árabe” tuvo su origen en Túnez, el país de más alto desarrollo del Norte de África", subraya luego, profundizando sobre la tesis de que el 2019 "se caracterizó por dar lugar a un movimiento global de protesta".
Sobre el proceso constituyente, el texto afirma que "Chile optó por un camino democrático para avanzar hacia un nuevo orden constitucional". Y junto con explicar los procedimientos que se implementarán en caso de que triunfe la opción Apruebo, advierte sobre "el factor de mayor complejidad en el actual escenario", que lo sitúa en "el resurgimiento de la violencia a partir de grupos organizados que perpetran acciones terroristas -como ocurre en el sur del país- y de la acción de grupos cuyo propósito es afectar el normal funcionamiento de actividades nacionales".