En una audiencia bastante más breve de lo que se pensaba, el Juzgado de Garantía de Rancagua decretó la medida cautelar de arraigo nacional y firma mensual para Mauricio Valero y Nibaldo Mora, en el marco de la arista Saydex del Caso Caval.
De acuerdo a la investigación de la fiscalía, Mora -militante UDI y director del Servicio de Salud Metropolitano entre 2012 y 2013, durante el gobierno de Sebastián Piñera- habría recibido de parte de Valero pagos cercanos a los $20 millones de pesos para favorecer la adjudicación de licitaciones de servicios informáticos en centros asistenciales. Una operación en que Patricio Cordero, ex generalísimo de Joaquín Lavín y también UDI, habría tenido un rol clave. Pagos que a juicio de Saydex se realizaron "fuera de toda autorización", provocando un "incalculable daño" a su reputación.
La firma de servicios informáticos se querelló contra Mora pidiendo "perseguir directamente el delito de cohecho cometido por el señor Mora y, al mismo tiempo, y con igual energía, denunciar el soborno en el que tomaron parte tanto el señor Mauricio Valero como el señor Patricio Cordero".
Tras concluir la audiencia, Mora negó haber recibido pagos para favorecer las licitaciones y acusó una persecución política. "Ese es el peor defecto que tengo: ser UDI", manifestó.
Valero, por su parte, comentó que "me parece bien que se inicie la investigación formalmente, muy tranquilo". Consultado sobre los presuntos pagos a Mora, el socio de Natalia Compagnon dijo que "no es efectivo". Por su parte, uno de sus abogados acusó a la fiscalía de imputar "antecedentes fuleros".
