Argentina: el precio de la credibilidad
Desde que llegó a la Casa Rosada, el presidente argentino, Mauricio Macri firmó 29 decretos, publicados en el Boletín Oficial, de los cuales cuatro fueron de Necesidad y Urgencia (DNU). Poner fin al control cambiario fue uno de las más importantes. Además, el Gobierno propuso pagar 6.500 millones de dólares de los 9.000 millones reclamados por los acreedores que no aceptaron las dos reestructuraciones de deuda.
¿Aumenta con eso la credibilidad de Argentina en los mercados internacionales? “Creo que, en líneas generales, la credibilidad económica de Argentina ha mejorado porque se ha producido un cambio de gobierno que representa un giro ideológico, y que lleva a cabo otra política”, dijo Jürgen Matthes, director del departamento de Economía Internacional del Instituto Alemán de Economía (IW), con sede en Colonia, en conversación con Deutsche Welle. La política de Macri, “más cercana a los mercados internacionales, y más orientada hacia la oferta, es más propicia a un buen desarrollo económico”, asegura.
A paso lento, pero firme
Sin duda, el Gobierno de Macri se enfrentó a una difícil coyuntura económica al iniciar sus funciones, por lo cual tomó medidas rápidamente. Terminó ya al inicio de su gobierno con las restricciones a las operaciones con dólares. Pero la inflación galopante de más de un 30 por ciento y que se estima podría llegar hasta a un 40 por ciento, sumada a la devaluación del peso, se hace sentir ahora en el bolsillo de los argentinos, y las protestas desde los sectores gremiales no se hicieron esperar.
“Desde el punto de vista internacional, el impacto es positivo porque Macri cuenta con un equipo que podría llamarse tecnocrático, de gente muy formada y reconocida”, señala Mariana Llanos, politóloga y secretaria general de ALACIP, Asociación Latinoamericana de Ciencia Política. Los mercados internacionales estaban atentos a las medidas del nuevo presidente argentino, y esas medidas parecen estar generando confianza, añade. En el terreno de las relaciones exteriores, tanto la visita del presidente francés, François Hollande, y la de su homólogo italiano, Mateo Renzi, así como el planeado viaje a Argentina de Barack Obama en marzo son indicios claros de que Macri intenta restablecer los puentes hacia el exterior para que Argentina vuelva al contexto mundial.
Argentina está tratando de llegar a un acuerdo con los acreedores de deuda reestructurada, cosa que no podía hacer desde 2002, y que se tradujo en una gran desventaja macroeconómica y en diversas limitaciones para Argentina. “También el hecho de que Argentina vuelva a negociar su deuda puede reabrirle las puertas hacia los mercados de capitales del mundo”, señala, por su parte, Jürgen Matthes. Eso, a su vez, atraerá a los inversores internacionales, lo cual se traduciría en un mejor desarrollo económico, espera el analista, y añade que “la situación en Argentina seguirá siendo tensa y difícil en el aspecto económico, pero la tendencia es que, a nivel internacional, los cambios que se están produciendo son considerados positivos.”
Macri con el presidente francés, François Hollande, de visita en Argentina.
Ajustes y combate a la inflación
En cuanto a cómo afectan las medidas económicas del presidente a los argentinos, Jürgen Matthes cree que “es claro que los productos de la canasta básica pueden aumentar”. Pero para él, lo importante ahora es ajustar las tuercas para que Argentina pueda desarrollarse a largo plazo sobre una base económica sana. “La política de subvenciones que practicó el kirchnerismo en Argentina puede parecer correcta, en un principio, en vista de las grandes desigualdades existentes en América Latina. Pero también tiene que poder ser financiable a largo plazo, y eso es lo difícil. Si en Argentina se logra combatir eficientemente la inflación, serán las capas más pobres de la población las que se beneficien de eso”, afirma el experto.
Ahora habrá que prestar atención cuando se reabran las sesiones del Congreso argentino, el 1º de marzo, donde, en la Cámara de diputados, el PRO de Macri cuenta con un 42 por ciento de los escaños frente al 81 por ciento del Frente para la Victoria (FpV) kirchnerista. Algunas de las medidas del presidente deben pasar por la aprobación del Congreso, y entre las más importantes está la del pago a los hedgefonds. Macri enviará al Congreso de la Nación una iniciativa para derogar la Ley Cerrojo y la de Pago Soberano, a fin de cerrar el litigio con los fondos buitre en Nueva York.
El presidente argentino abrirá las sesiones ordinarias con un discurso ante la Asamblea Legislativa donde delineará sus metas para este año. Para Mariana Llanos, "si Argentina se reinserta en el mercado internacional puede contratar deuda, lo cual alivia la presión a tener que emitir dinero. A nivel nacional, todo está prendido con alfileres. Hay que seguir muy atentamente el desarrollo de las negociaciones con los gremios y ver cómo el gobierno combate la inflación. Va a haber seguramente mucha tensión social a mediano plazo."