La demostración de fuerza de la Democracia Cristiana ante el gobierno tras la derrota municipal no es la primera que el partido realiza ante un gobierno de su coalición.
En medio de la debacle tras los resultados de la elección del domingo en la falange se resisten a pagar los costos y exigen a La Moneda enmendar el rumbo. Aquí tres episodios en que la DC golpeó la mesa.
DC aumenta presión y pide cambios en la coordinación política
Agosto 2015. El ‘ejercicio de enlace’
Una reunión de emergencia la noche del 10 de agosto de 2015 congregó a la directiva DC y sus ministros. Era el período en que Jorge Burgos se desempeñaba como jefe de gabinete y la tensión del militante democratacristiano y la Presidenta Michelle Bachelet mostraba sus primeros síntomas.
Días antes la mandataria había planteado en una entrevista que “quienes crean que Burgos y Valdés llegaban para cambiar el rumbo hicieron una lectura equivocada”. La frase incomodó al entonces titular de Interior e irritó a la falange, que convocó de urgencia a la reunión con los ministros.
La cita fue bautizada en esa oportunidad como un ‘ejercicio de enlace’ por el senador Alejandro Navarro.
Octubre 2006. La advertencia del ‘Gute’ de un antes y un después
Era una decisión difícil para el primer gobierno de Michelle Bachelet. Hace justo 10 años debía definirse si Chile respaldaba la candidatura de Venezuela al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que era resistido con fuerza por la Democracia Cristina, partido crítica al entonces mandato de Hugo Chávez.
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Y fue en ese contexto que el ex presidente de la DC, Gutenberg Martínez, lanzó una dura advertencia al condicionar la relación del partido con el Ejecutivo. Si Chile apoyaba a Caracas, aseguró el dirigente, “habría un antes y un después” en el vínculo con La Moneda.
Bachelet se inclinó finalmente por una fórmula intermedia y Chile se abstuvo en la votación en la ONU.
El conflicto con Lagos
Fue el 2002, durante la administración de Ricardo Lagos Escobar, que la DC protagonizó varios episodios de tensión con el entonces mandatario, entre ellos el caso MOP-Gate. Pero uno de los más complejos fue en el marco de la ley de Rentas Municipales II, sobre el cual el partido cuestionaba algunos aspectos.
Luego del quiebre con la DC por la iniciativa, Lagos debió aclarar en una entrevista radial que “nunca ha habido asperezas” con la falange.
Por esa fecha la directiva democratacristiana era presidida por Adolfo Zaldívar, quien en varias ocasiones lanzó duras críticas públicas al mandatario.