Casi todos tomaron la misma decisión: renunciar a sus partidos o alejarse definitivamente de las coaliciones a las que pertenecieron durante años. Y ahora hay un objetivo que los une, el de emprender una aventura presidencial en solitario.
El más reciente es el senador Manuel José Ossandón, quien este domingo anunció públicamente su renuncia a Renovación Nacional, el mismo rito que cumplió el 31 de mayo pasado el diputado José Antonio Kast, al dejar la UDI.
Ambos surgen como posibles contendores de Sebastián Piñera, si este último decide repostular a la Presidencia de la República. Y los dos se suman además a dos figuras vinculadas al oficialismo, que ya han competido en carreras presidenciales pero que podrían repetir sus intentos: el ex ministro Andrés Velasco y el ex abanderado Marco Enríquez-Ominami.
En el caso del último, ha dicho que su nombre estará en la papeleta en 2017. Velasco, en tanto, podría ir directo también a dicha elección, marcando una diferencia con lo ocurrido en 2013, cuando compitió en las primarias de la Nueva Mayoría.
Tanto Ossandón como Kast, en tanto, tienen ambas opciones abiertas: primarias en Chile Vamos o primera vuelta. A diferencias de ME-O y Velasco, se embarcarán en su primera aventura presidencial tras no conseguir apoyos internos en sus partidos para representar a la UDI y RN de manera formal en una primaria.
Según el analista de T13 Radio, Max Colodro, para los candidatos descolgados “hay un riesgo de quedarse sin proyección si es que la votación es muy baja”.
En la última encuesta CEP, de noviembre del 2015, Ossandón apareció en el quinto lugar entre los personajes políticos mejor evaluados, con un 35% de evaluación positiva; ME-O en octavo lugar con 33%; y Velasco noveno con 30%, mientras que Kast no fue medido.
Sobre los dos últimos, el analista de T13 Radio, Gonzalo Cordero, plantea que “Velasco y Kast representan un esfuerzo por perfilar identidades políticas que no estaban cómodas en sus respectivos pactos”, con el ex ministro de Hacienda sin sentirse parte de la Nueva Mayoría y el diputado llevando las banderas de un sector conservador del electorado que hoy no se siente representado por la UDI.
“Son llaneros solitarios, son descolgados de las coaliciones”, resume, en tanto, Max Colodro.
Con miras al 2021
En ese contexto, Colodro apunta a que Ossandón y Kast juegan sus cartas para el 2017 en un ejercicio de proyección, para dejar instalado su perfil presidencial y ganar terreno de cara al 2021.
“Estos candidatos descolgados restan votos en primera vuelta, pero paradójicamente facilitan la pasada de los candidatos tradicionales a la segunda vuelta” producto de la dispersión de votos, dice el académico y analista de T13 Radio, Max Colodro.
Para Colodro, el riesgo de los outsiders es jugarse el "todo o nada", en el sentido de que si obtienen una baja votación pueden quedar fuera de escena de inmediato, como el caso de José Piñera en 1993, que tras una mala performance electoral terminó sin proyecciones, al igual que Arturo Frei Bolívar.
Cordero, en tanto, señala que más allá de cómo resulte la apuesta presidencial, el alejamiento de Kast y Ossandón abre un signo de interrogación acerca de la viabilidad efectiva de que se realicen primarias en Chile Vamos el próximo año, ello porque ambos tienen la intención -cree Cordero- de llegar a una primera vuelta.
El laberinto de ME-O
De volver a presentarse en 2017, Marco Enríquez-Ominami logrará estar por tercera vez en la papeleta presidencial de primera vuelta. Pero no será el mismo ME-O de 2009, año en que -tras renunciar al PS- consiguió un 20% de votación y desestabilizó al oficialismo, que perdió por primera vez tras 20 años de la Concertación.
Ocho años después, el ex socialista enfrentará varios flancos, el más complejo es su vinculación con el caso SQM, producto de la investigación de irregularidades en el financiamiento de su campaña. A ello se suman los nuevos antecedentes por el uso durante de un avión prestado por la empresa brasileña OAS.
“Francamente creo que ME-O está pasando por una situación muy de baja y me cuesta creer que vaya a llegar con una opción que tenga un espacio de aquí al próximo año”, sostiene Gonzalo Cordero.
Por el contrario, Colodro plantea que Enríquez-Ominami llegará nuevamente a la primera vuelta presidencial.
