Su visión de Pinochet y las investigaciones por DD.HH: Las polémicas frases de Lucía Hiriart
“Es muy emocionante que toda esta gente esté presente. Me hace pensar que aún quedan chilenos que son fieles, leales, y que es necesario que Dios ayude a nuestra patria”.
Esta fue una de las últimas declaraciones públicas de Lucia Hiriart, en el marco de la conmemoración del centenario del nacimiento de su esposo, el fallecido ex general Augusto Pinochet, quien encabezó entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990 la dictadura militar en Chile.
Hiriart -quien falleció este jueves a la edad de 99 años- era conocida por su carácter fuerte y declaraciones que sacaban más de una reacción. Las movilizaciones contra el régimen, la detención de Pinochet en Londres y las investigaciones por violaciones a los Derechos Humanos fueron parte de los temas por los cuales la "Señora Lucía" dejó clara su opinión.
Su relación con Pinochet
"Un espléndido padre, un marido con los vicios y virtudes -yo creo- de todos los maridos. Creo que un poquito dominante...por su personalidad, que choca un poquito con la mía, que es bastante fuerte también".
"Tendría en estado de sitio a Chile entero"
1984 fue un año de protestas contra la dictadura, allanamientos y toques de queda. Fue en este contexto que Hiriart lanzó una de sus frases más recordadas.
“Si yo fuera jefa de gobierno sería mucho más dura que mi marido, indudablemente. Desde ya tendría en estado de sitio a Chile entero”.
Hiriart gozaba fama de dura. En 2008, en entrevista con Qué Pasa, reconoció que "sé que eso dicen de mí. No me conocen. Sí le puedo asegurar que tengo bastante confianza en mí misma y me gusta enfrentar las cosas con valentía".
"No sé si siempre actuaré con sensatez, pero he intentado hacerlo. Nunca he sido prepotente ni tan mandona como dicen. Ahora bien, si tienes a mucha gente trabajando bajo tu tutela es necesario cultivar cierto ascendiente”.
Lucía Hiriart, viuda de Pinochet, muere a los 99 años
La detención de Pinochet en Londres
El 16 de octubre de 1998 una noticia sorprende a Chile y el Mundo: Augusto Pinochet era detenido en Londres, tras una orden decretada por el juez español Baltazar Garzón, en el marco de la investigación por delitos de lesa humanidad durante la dictadura.
Visiblemente afectada, Hiriart se refería a la detención de su esposo: "Para nosotros como familia ha sido muy doloroso, muy fuerte (...) quisiera pedir comprensión para una persona que está mal, mal, mal, como estamos nosotros".
Luego de una laga disputa judicial, el entonces ministro de Interior inglés, Jack Straw, decide liberar a Pinochet por razones humanitarias, debido a su estado de salud. Inmediatamente, retorna a Chile en una particular puesta en escena: el Ejército organizó una ceremonia de bienvenida, donde se instaló una rampla para que pudiera bajar en silla de ruedas. Desatando sorpresa entre los presentes, el ex general se pone de pie y abraza al comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta. Luego, camina sin problemas por la explanada del Grupo 10 de la Fach.
Los actos en honor a Allende a 30 años de su muerte
“Muchos de los gestos me parecen puro teatro, no tienen mayor importancia… Pero al leer la prensa, ves cosas tan inverosímiles, parciales y malintencionadas que piensas que lo único que falta es que canonicen a Allende…”
“Creo que ha habido debilidad de parte de la derecha, o tal vez ingenuidad. Quizá pensaron que los de la izquierda no iban a usar los hechos de una forma tan irrisoria como ha ocurrido. Pero la verdad es que han dado vuelta los acontecimientos a su real antojo y los han tergiversado de una manera tal que resulta increíble. Hoy Chile parece un país de opereta…”
(Caras, 29 agosto 2003)
La muerte de Pinochet
El 10 de diciembre de 2006 Augusto Pinochet fallece a los 91 años de edad. Una semana antes había sido internado en el Hospital Militar tras sufrir un infarto de miocardio.
Fue un momento de contrastes: mientras el Ejército organizó un funeral en la Escuela Militar, detractores de la dictadura descorchaban botellas de champaña y gritaban cánticos en el centro de Santiago. Consultada sobre las manifestaciones, Hiriart señaló:
"Las personas que no supieron valorar a mi marido se den cuenta que hay muchos chilenos que son agradecidos, que lo querían".
A dos años de su muerte, reconoció que "ha sido muy difícil. Su muerte fue muy imprevista, no se consideraba para nada que fuera así de repentina. Ese día, en el hospital lo dejarían ir a la casa, porque era mi cumpleaños (se emociona). Entonces fue tremendo".
"Me ha costado mucho acostumbrarme a estar sola. Tengo a mis hijos y nietos, todos muy cariñosos, pero no es lo mismo. Es fuerte porque tuve que hacerme cargo de muchas cosas, como gastos y otros, que nunca hice. Toda la vida mi esposo se preocupó de eso”.
(Qué Pasa. 5 diciembre, 2008)
Las investigaciones por causas de DD.HH. a su marido
"Estaría bueno que, para que Chile se vuelva a reencontrar, que reconozcan que mi marido es absolutamente inocente de los cargos que le hacen".
(9 de noviembre de 2001)
“Él se fue de este mundo con el convencimiento de la gran injusticia que cometieron en su contra. A pesar de que era muy difícil que Augusto te lo dijera. Como su esposa, yo le adivinaba un poco todo. Creo que sí, ese dolor se lo llevó".
"Lo calumniaron tanto... además de todas las injusticias que se dijeron con respecto al papel que tuvo como Presidente de la República. Resulta que después de 17 años entregó el país en forma espléndida, de manera democrática, y hoy dicen que ¡nada de eso se hizo! ¿Todo se ha hecho en estos últimos 20 años?”.
“Lo más duro es que aun cuando mi marido ha muerto y no le pudieron encontrar nada ilícito, hasta hoy sacan a relucir cosas y ofenden su memoria. Eso es muy duro. En vida, por lo menos podía reclamar y muchas veces lo hizo ante los jueces. Encuentro que es demasiado... una persona que ya no está, que no molesta a nadie”.
(Qué Pasa. 5 diciembre, 2008)
El 10 de diciembre de 2011, en el marco de la conmermoración del 5° aniversario de la muerte de Pinochet, Hiriart fue consultada sobre una supuesta "campaña de desprestigio" hacia su marido.
"No termina nunca, dios mío, me moriré yo y seguirá, no sé, porque con mi marido, aquí están sus cenizas. Deberían dejarlo en paz".
Su influencia en el régimen
“Era el ascendiente natural que tiene una esposa en un buen matrimonio basado en el cariño, la tolerancia y lealtad”.
(Qué Pasa. 5 diciembre, 2008)