Por Tomás Martínez
El arribo de Carmen Hertz al equipo que defiende a Chile ante La Haya por la demanda de Bolivia sellará el reencuentro de un antiguo grupo de amigos. La abogada coincidió con el agente José Miguel Insulza en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuando éste era canciller y Hertz directora jurídica, durante la administración de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Sin embargo, para la detención de Augusto Pinochet en Londres en 1998, la jurista renunció a su cargo.
Además de querellante en casos contra el fallecido general (R), Hertz rechazó la postura de la diplomacia chilena -cuyo vocero era Insulza- en el sentido de pelear porque Pinochet volviera a Santiago, para ser juzgado por tribunales nacionales y no de ese país.
Otro de los integrantes de ese equipo en la cancillería de Frei es el ex agente por la demanda peruana en La Haya, Alberto van Klaveren, quien por esos años fue director de Planificación y participó en el diseño de la estrategia ante la detención de Pinochet en Londres. Hoy, Van Klaveren es un asesor clave en la Cancillería.
Según dicen en el edificio Carrera, el fichaje de Hertz para el staff chileno se venía conversando hace al menos tres meses y busca generar un equilibrio político en un equipo que mezcla personalidades de oficialismo y oposición, integrado, entre otros, por los abogados Andrés Jana y Hernán Salinas, cercanos a la ex administración de Sebastián Piñera, y el propio Insulza y Van Klaveren, adherentes a la Nueva Mayoría.
De hecho, fue poco después de asumir el cargo de agente en noviembre del año pasado cuando Insulza sumó a Salinas, ex director jurídico de la Cancillería de Piñera. En esos momentos, tras la traumática renuncia del agente Felipe Bulnes, tender puentes con la derecha era necesario.
Así, en la Cancillería explican que uno de los objetivos de Insulza (quien el fin de semana dijo que estaba disponible para una candidatura presidencial) con la llegada de Hertz -una de las abogadas más reconocidas en causas de derechos humanos y quien tiene cercanía con la Presidenta Michelle Bachelet- era ampliar la representación de la izquierda en el equipo ante La Haya.
El nombramiento de Hertz en el grupo más selecto de asesores en la causa contra Bolivia se produce después de que la abogada formara parte del llamado "consejo asesor" para enfrentar la demanda con Bolivia, grupo integrado por cerca de 20 expertos de distintos sectores. Ella también había integrado el mismo equipo, pero cuando la demanda a enfrentar era la que había interpuesto Perú en La Haya.
Amplia experiencia diplomática
En todo caso, en el edificio Carrera explican que el arribo de Hertz no sólo tiene que ver con equilibrios políticos. Esto pues la abogada tiene una reconocida expertise en temas jurídicos, pero también en temas diplomáticas. Además, su rol en DD.HH. es clave para la estrategia política chilena ante Bolivia.
A lo largo de su trayectoria, Hertz ha pasado por varios puestos estratégicos en la Cancillería. Además de estar a cargo de la dirección de DD.HH. -función que desempeñó a fines de la primera administración de Bachelet y por la que debió asistir a numerosas reuniones de organismos de Naciones Unidas- también fue directora jurídica, cargo que dejó en medio de la detención de Pinochet en Londres. Su alejamiento, sin embargo, no significó un quiebre con Insulza, quien dirigía el ministerio en esa época.
“No hubo una ruptura entre ambos, no fue una decisión dramática”, dicen en círculos diplomáticos.
La jurista también se desempeñó como embajadora en Hungría durante el primer gobierno de Bachelet.
Su historia política, en tanto, se vincula al mundo de la izquierda. El 2005 fue candidata a diputada por el Partido Comunista, del que se ha alejado, y en el que también militaba su primer esposo Carlos Berger, ejecutado en Calama por la Caravana de la Muerte. El hijo de ambos, Germán Berger, dirige actualmente la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno.
En ese contexto, las funciones de Hertz -quien estará en las oficinas que albergan al equipo de La Haya en calle Miraflores- se enfocarán en difundir la postura ante Bolivia con organizaciones chilenas y extranjeras, como ONG’s, y apoyar el análisis estratégico de cara a la segunda fase de la etapa escrita del litigio, para el que Bolivia debe presentar su réplica y Chile una dúplica.
El enfoque en derechos humanos es considerado trascendental en el equipo, en la lógica de desmitificar la histórica acusación de Bolivia de que Chile es un mal vecino, agresivo y que no respeta las normas internacionales. En esa tarea el coagente Claudio Grossman también ha desplegado esfuerzos, mostrando el rol de Santiago en DD.HH. en el concierto internacional.
Reunión en Santiago
Grossman llegaba a Chile la noche del miércoles. Su presencia en Santiago se suma a la de la embajadora María Teresa infante, la otra coagente del caso con Bolivia, quien es al mismo tiempo embajadora en La Haya. Ambos participarán este jueves en dos seminarios académicos con estudiantes de Derecho, a los que también se sumaría Insulza.
Aprovechando la presencia de los coagentes es que este viernes el equipo que dirigente el ex secretario general de la OEA sostendrá una reunión almuerzo para coordinar el trabajo del staff chileno.