Por Tomás Martínez
A primera hora de este lunes, mientras arreciaban las críticas por su nombramiento, Solange Huerta se reunió a puertas cerradas con directivos del Sename.
En la reunión, hizo un descarnado diagnóstico acerca de la situación del servicio, llamando a dejar de lado las influencias políticas para priorizar un perfil técnico. "Debemos salvar a los niños", les dijo, frase que reiteraría más tarde públicamente.
En la memoria estaban las 185 muertes de niños en establecimientos a cargo del Sename desde 2005 a la fecha. “No queremos más casos Lisette”, es la misión que se comenta en el Gobierno de cara a la nueva era en la cuestionada repartición, aludiendo al caso de Lissette Villa, de 11 años, quien falleció en un hogar bajo la supervisión del Sename.
Según dicen en el gobierno, Huerta llega con una agenda orientada a una profunda reestructuración en el organismo que depende del Ministerio de Justicia. El plan implica incluso remover a algunos directores regionales, evitando a los "operadores políticos".
En el Ejecutivo están coscientes de que esto podría generar costos para la ministra Javiera Blanco, cercana a la DC, partido con un alto número de funcionarios en la repartición.
Respaldo de la Nueva Mayoría
Minutos antes de las 11:00 horas de este martes, Huerta llegó hasta La Moneda acompañada por Blanco. Ambas se reunieron con la Presidenta Michelle Bachelet. Uno de los focos de críticas al nombramiento es a su trabajo como fiscal: tuvo bajo su cargo la mayor parte de la investigación en el caso 27/F, donde exculpó a la Mandataria y apuntó las responsabilidades a los integrantes del Comité de Emergencia. Vale decir, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, además de las autoridades de la Onemi.
Consciente de los cuestionamientos, la propia Huerta pidió tras la audiencia con Bachelet "que esta sea la última designación del Sename. Que no sea más vía designación, sino que este cargo se decida por alta dirección pública. Tiene que ser así, tiene que ser un cargo técnico".
En la antesala, uno de los argumentos para criticarla era además una supuesta cercanía con el Partido Socialista. Quien abordó el tema fue la timonel de dicha colectividad: “no sé si ella ha sido militante, lo que sé es que tiene una hermana que es militante”.
En los patios de Palacio y tras el comité político, dirigentes de los partidos oficialistas dieron, por separado, un respaldo público a la nominación de la ex fiscal. El presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, por ejemplo, acusó una “canallada” de la oposición.
