Por Tomás Martínez
La visita del canciller David Choquehuanca para inspeccionar puertos en el norte del país, y denunciar el incumplimiento del acuerdo de 1904 fue inédita. Así fue también el nivel de irritación y molestia que gatilló en la Cancillería chilena. Al punto que Santiago adoptó una de las medidas diplomáticas más duras que ha tomado en muchos años: poner fin a las exenciones de visas diplomáticas para representantes de ese país.
"Es como una sospecha permanente de persona non grata sobre cualquier oficial boliviano que quiera venir a Chile", afirma un experimentado diplomático, aludiendo a que Santiago revisará los antecedentes y agenda previa del viaje antes de autorizar -o denegar- el ingreso.
"Ningún gobierno boliviano llevó la relación con Chile a un nivel tan bajo en 100 años", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, el lunes pasado, dando cuenta del enojo.
Las fuertes diferencias entre ambos países -marcadas por el tema marítimo- se agudizaron hace un mes y medio, cuando Santiago presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya una demanda contra Bolivia para declarar como internacionales las aguas del Silala, contrariando la tesis paceña de que se debe pagar por su uso.
Pero esa no es la única jugada con que presiona Chile. En paralelo, la Cancillería ha colaborado en un acuerdo a nivel regional para postergar uno de los objetivos fijados por Evo Morales para su política exterior: asumir la presidencia temporal de Celac, foro que agrupa a los países de América Latina y el Caribe. Una suerte de "OEA sin Estados Unidos ni Canadá", incluyendo a Cuba, como es presentada por la izquierda del continente.
En Chile estiman que Morales podría usar dicha cumbre -además de su cargo de presidente temporal de Celac, que ostentaría por un año- como plataforma de sus diversos reclamos contra Santiago.
Parte de la polémica ya había quedado al descubierto en los meses previos. En marzo de 2015, Morales anunció que " el 2017 vamos a asumir la presidencia pro témpore de la Celac (...) Vamos a organizar (el encuentro) sin los Estados Unidos y Canadá en Cochabamba, como una muestra más de dignidad y liberación”. Sin embargo, dos meses después, tras recibir en Santiago a su par de Honduras, la Presidenta Michelle Bachelet le entregó "nuestro apoyo para la candidatura de Honduras a la presidencia de la Celac al año 2017”. “Chile ha inventado un candidato para que se nos oponga”, advirtió en febrero Morales.
Al bloquear la llegada de Bolivia a la presidencia de Celac el 2017, se evitaba que Morales fuera el anfitrión de una cumbre entre los 33 países de América Latina agrupados en la Celac y los de la Unión Europea, instancia que se realiza cada dos años.
Sin embargo, en las últimas semanas, la molestia boliviana ha ido incrementándose en la misma medida en que el acuerdo negociado en la región lo perjudica más. Esto pues las tratativas conversadas por estos días apuntan no sólo a que Bolivia no sea el presidente temporal de Celac el próximo año, sino que postergue dicha condición al menos hasta 2019.
Según fuentes diplomáticas chilenas, la fórmula que se ha comenzado a conversar entre los países de la región -sobre todos los centroamericanos- apunta a sellar un acuerdo por los próximos tres años. Así, el diseño para la presidencia del bloque regional contempla que el 2017 y 2018 el organismo sea dirigido por países caribeños o centroamericanos, y que recién el 2019 La Paz asuma el cargo.
Incluso, aunque la postulación de Honduras para 2017 podría "caerse", en Santiago mencionan que podría levantarse una postulación de Guatemala.
Las gestiones por el acuerdo, que se encuentran en su etapa final, podrían sellarse en septiembre próximo.
Presencia en Centroamérica
En los últimos meses, Bachelet y el canciller Muñoz han reforzado su presencia en Centroamérica y el Caribe. A principios de julio, por ejemplo, la Mandataria asistió como invitada especial a la cumbre Caricom, bloque que reúne a los países caribeños y que nuestro país no integra formalmente.
La visita es mencionada en una videoinfografía que la cancillería chilena difundió esta semana, para explicar la contramemoria que entregó en La Haya en el juicio marítimo con Bolivia. "Chile promueve la integración con la región y sus vecinos", dice el video.
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