A sólo siete meses de que termine el gobierno se concretó la renuncia del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, quien estaba en el cargo desde que comenzó la gestión de Michelle Bachelet en marzo de 2014.
Al margen de la crisis política desatada por el rechazo de la minera Dominga por parte del Comité de Ministros —donde él se abstuvo de votar— la gestión del economista estuvo marcada por al menos dos momentos complejos en que se vio enfrentado a la opinión pública: la emergencia por la marea roja en Chiloé y la muñeca inflable que recibió de regalo por parte de empresarios.
Chiloé
Fue a fines de mayo del 2016 cuando toneladas de mariscos vararon en la costa de Chiloé, región de Los Lagos, y complicaron la principal fuente de ingreso de cientos de familias. Debido a la emergencia provocada por el fenómeno, Bachelet designó a Céspedes como coordinador de las definiciones del gobierno en la zona.
De esta manera Céspedes se transformó en la cara del Ejecutivo durante negociaciones y bloqueo de caminos que se extendieron por semanas con los pescadores. La resolución al problema llegó el 19 de mayo cuando se acordaron los bonos y ayudas económicas para los afectados.
"Hoy ha quedado demostrado el diálogo es lo que se debe hacer en este tipo de situaciones", dijo Céspedes a luego de conseguir acuerdos.
Muñeca inflable
Más polémica fue la visita de Céspedes a la Asociación de Exportadores (Asexma) en diciembre de 2016. En un almuerzo con el gremio, el presidente Roberto Fantuzzi le regaló al ministro una muñeca inflable "para esimular la economía", explicó.
El presente fue recibido por el secretario de Estado con carcajadas. Pero pronto el hecho desató la furia de los grupos feministas que incluso le exigieron a Bachelet la salida de Céspedes, alegando que el regalo debió ser rechazado de inmediato.
La Presidenta criticó el hecho y explicó que el ministro fue “totalmente sorprendido, porque se le había dicho que iba a recibir un regalo de otro tipo y ha pedido disculpas” y justiciando que “reaccionó como reaccionó porque se vio extremadamente sorprendido”.
Céspedes terminó pidiendo disculpas por el regalo, señalando que la situación lo pilló “de sorpresa” y coincidiendo con que su reacción “no fue la adecuada”.
"La situación no corresponde, no se condice con la dignidad básica de las personas y el respeto hacia la mujer", dijo.