Escalona y la unidad oficialista tras el 4-S: "No está asegurada, no está escrita en ninguna parte"
“Sus palabras, tal como lo manifestó él en su excusa, estaban fuera de lugar".
Con esta reflexión parte su análisis el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona. En entrevista con T13, el histórico dirigente de la centroizquierda desmenuza con preocupación los efectos políticos de la polémica reflexión del ministro Giorgio Jackson, quien en una intervención en la plataforma Twitch aseguró que "la escala de valores y principios" de su generación, la misma que hoy habita La Moneda- "no sólo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió, que podía estar identificada con el mismo rango de espectro político, como la centro izquierdua y la izquierda".
Quien fuera Presidente del Senado entre 2012 y 2013 trasluce molestia por los dichos de Jackson, aunque asegura que acepta las disculpas planteadas por el ex diputado. "Hoy la gran tarea es lograr que el país dirima democráticamente, de manera informada, y sin una confrontación que nos provoque un daño irreparable, quien tiene mayoría: el Apruebo o el Rechazo. Abrir un debate sobre el rol de las generaciones en la historia reciente de nuestro país está fuera de lugar. Por eso yo acepto las excusas del ministro. Claramente una guerra de generaciones no es un tema que sea del caso debatir hoy”, sentencia el ex timonel del PS.
-¿Cuán grandes cree usted que son las esquirlas que dejó este episodio en su partido?
-En el Partido Socialista hay una opinión unánime de defender nuestra historia. Somos un partido que cursó una experiencia que pocas organizaciones tienen. En los años 70 ya se sabe, nosotros tenemos acá en el partido un memorial con centenares de militantes desaparecidos. Después en los 80 vino nuestra contribución al restablecimiento de la democracia y a la transición. Somos conscientes de que no fue un proceso perfecto, con muchas insuficiencias, pero tienen que ser analizadas en el contexto de las contingencias que hubo en ese momento: la tutela militar fue un esquema institucional que costó mucho tiempo desplazar, no fue un juego de niños darle estabilidad al régimen democrático. Entonces cuando de una plumada se quiere borrar lo difícil que fue ese periodo y descalificar a las fuerzas políticas que tuvieron una responsabilidad en tales circunstancias a nosotros eso nos afecta no sólo en el ámbito político, sino también en el emocional. Entonces no sólo son inoportunas las expresiones, sino que también totalmente injustificadas, completamente fuera de lugar.
-¿En qué piso político queda el ministro Jackson hoy en el gobierno?
-El piso político que el Presidente le otorgue. Y nosotros vamos a respetar esa voluntad, porque a nosotros nos interesa que al Presidente Boric le vaya bien. En consecuencia, si el Presidente Boric nos dice “este es mi ministro” nosotros respetamos su voluntad.
-Este miércoles surgieron distintas voces pidiendo que el ministro Jackson dé un paso al costado, que él no está en condiciones de articular a las fuerzas del oficialismo con miras a eventuales reformas a la propuesta constitucional ¿Comparte esa visión?
-Yo siempre he tenido la misma doctrina hace 32 años. Los ministros en el régimen presidencial responden a la confianza del Presidente de la República. Si fuera por la correlación de fuerzas parlamentarias esto sería de una inestabilidad absoluta… Por lo demás, el secretario general de la Presidencia no es quien tiene que articular a las fuerzas del oficialismo, eso es un error. Las fuerzas del oficialismo se tienen que articular entre sí, de acuerdo con su propia voluntad política. Yo espero que esta tarde haya una reunión de la mesa política del conglomerado, con sus dos coaliciones, que retomemos el diálogo político y sigamos trabajando por el Apruebo, que es nuestra tarea principal. Hay que generar un diálogo político primero porque aún no hay un acuerdo respecto a lo que queremos hacer. Yo pienso que los textos que concordemos son textos para después del 4 de septiembre. Lo que sí sería importante ahora es establecer una base de principios, que nos orienten el día de mañana. Y una base de principios es el convencimiento de que el texto tiene que mejorarse, es decir aprobar para lograr el día de mañana realizar los cambios que le den definitiva estabilidad a la Constitución que se va a plebiscitar.
-¿Y el ministro Jackson tiene que jugar un rol en ese díalogo?
-El Partido Socialista siempre ha tenido una sola opinión en esta materia. Los partidos son los que se tienen que poner de acuerdo.
-¿Qué le parece que en menos de una semana, tres ministros hayan tenido que pedir disculpas por sus dichos?
-Me parece que la voluntad que tenía el gobierno de no cometer más errores no forzados - como le llaman ahora- no logra implementarse, porque no se pueden improvisar opiniones, esto es un tema bien delicado. Es verdad que a los ministros les piden opiniones, no es que salgan a exhibirse por su propia iniciativa, pero deben tener la capacidad de no responder a todo lo que se les consulta, ni de improvisar, porque ahora ellos no están haciendo academia, están en otro rol… la responsabilidad de Estado es diferente. Se cometen estos errores no forzados porque no hay la capacidad de evitar emitir juicios que no deben emitirse, porque son materias que por su naturaleza son controvertidas y solo admiten opiniones personales y no de ministros de Estado. También hay que saber guardar silencio.
-En ese sentido, ¿usted cree que debe haber un cambio de gabinete?
-Volvemos al mismo punto. No me va a sacar una respuesta contradictoria con la que yo le dije.
-Se lo pregunto de otra manera entonces. ¿Cómo se arreglan estos errores no forzados estando las mismas personas en el gabinete?
-Las personas pueden evitar cometer nuevos errores. Mire yo mismo, cuantas veces no he metido la pata. Todos cometemos errores.
-¿Usted considera que estas opciones afectan al Apruebo?
-Lógico, ese es el problema. Por eso hay que saber tener prudencia de las opiniones que se emiten, porque uno no sólo habla por uno. Cuando uno dice una frase compromete a muchos más y en este caso se compromete un proceso político que está en marcha, que es ni más ni menos si vamos a tener mayoría para tener una nueva Constitución o no, entonces cada error no forzado entra en una balanza que pesa desfavorablemente en contra de nuestra propia orientación y de lo que nos proponemos hacer. Esto vuelve a poner de manifiesto esta antigua frase que dice “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Se emiten juicios con la mejor intención, pero nos llevan al infierno. Entonces hay que saber evitarlos, tener cuidado. Hacer lo que yo estoy haciendo ahora: usted me insiste en preguntar una cosa y yo sé que no se lo debo responder, porque cometería un error político.
-Pero una cosa es lo que usted dice y otra lo que piensa. Entonces, ¿usted cree que le ayudaría al Presidente, le daría un aire al gobierno hacer un cambio de gabinete antes del 4 de septiembre?
-A mí me parece que lo mejor para Chile es que el Presidente tome con la mayor libertad sus decisiones. Yo tampoco creo que esté obligado a tomar una decisión 24 horas después. Los efectos políticos del plebiscito no se pueden medir de un día para otro. Eso dura semanas. Es imposible que todo vaya a ocurrir en 24 horas. El Presidente es el que tiene que tener libertad de acción. Es un gran error que cometen incluso compañeros míos, esto de andar empujando permanentemente un cambio de gabinete. Es un error. Hay que dejarle al Presidente la libertad de poder decidir.
-Si usted plantea que los errores no forzados afectan la opción Apruebo ¿sería razonable pensar en un cambio de gabinete previo al gabinete?
-No tiene ningún sentido, porque los cambios de gabinete no pueden estar sujetos a una coyuntura electoral. No creo que el resultado del plebiscito dependa del cambio de gabinete. Al revés: acusarían al Presidente de hacer un cambio para conseguir unos votos para el Apruebo, se anularía el efecto del eventual cambio. El Presidente tiene que tener el mejor gabinete posible para dirigir la marcha de la nación, no porque haya un plebiscito en unas semanas más. Cambios por asuntos de corto plazo no tienen ningún sentido.
-En algún minuto el Presidente Boric llamó a construir una sola coalición de gobierno. ¿Cree que los dichos del ministro Jackson dinamitan esa opción?
-Nosotros no estamos de acuerdo con eso desde antes, eso no tiene que ver con el ministro Jackson. El Partido Socialista no ha tomado esa decisión, no está en nuestra agenda, no está en nuestro horizonte, no está en lo que estamos pensando ahora. Nosotros estamos trabajando intensamente. Hemos logrado en pocas semanas levantar una campaña por el Apruebo que no había, hemos logrado que nuestro partido salga a la calle, todos nuestros militantes comprometidos por el Apruebo. Si ganamos es un escenario político, si perdemos es otro escenario político completamente diferente y de ahí vendrán las decisiones que tienen los diferentes partidos. Si se mantienen las coaliciones puede ser, puede ser que las coaliciones no se mantengan y no soporten el impacto político que va a significar el resultado del plebiscito. Esta es una discusión, desde nuestro punto de vista, fuera de la agenda. Esperemos, trabajemos, hagamos las cosas como corresponden en democracia. El impacto de la opción que gane será muy significativo para el futuro de Chile y por eso llamamos a nuestra gente a activarse por el Apruebo porque esa será una realidad. Si perdemos es una realidad diametralmente diferente. No nos propongamos tareas que no están en la agenda de hoy.
-¿Ve en algún futuro la posibilidad de que el Partido Socialista y el Frente Amplio, por ejemplo, estén en una misma coalición, considerando por ejemplo la teoría de la sustitución que empujaría ese bloque según correligionarios suyos?
-Pero si estamos en un mismo conglomerado, aunque quizás no en una misma coalición, es un conglomerado de gobierno, que además tiene una misma opción para el plebiscito, el Apruebo… Tenemos una activa colaboración, la manera, la estructura que tengamos más adelante el tiempo lo dirá…
-Según el senador Insulza ya es imposible pensar en una sola coalición.
-Nadie tiene la bola de cristal para adivinar lo que va a pasar de aquí al año 2024 , que es el año en que habrán elecciones. ¿Podemos presentar una lista común con el Frente Amplio y el PC? No es una respuesta que estemos en condiciones de dar ahora. ¿Seremos capaces de actuar en conjunto después del 4 de septiembre? Nosotros esperamos que sí, esperamos tener la madurez política para que podamos actuar en conjunto, pero eso no está asegurado, no está escrito en ninguna parte. Entonces, vamos cumpliendo las tareas paso a paso. Nosotros tenemos la mayor voluntad de unidad con el Partido Comunista y con el Frente Amplio, pero también con la Democracia Cristiana, nosotros nunca hemos despreciado a quien fue nuestro interlocutor durante tantos años, independientemente que esté atravesando por un momento complicado y difícil. Pero a nosotros también nos importa que la DC forme parte del ancho mundo democrático que lleva adelante el proceso en los próximos años. La forma que eso va a adquirir el tiempo lo va a decir.