-¿Cuán profunda es la derrota del Apruebo y del Presidente Boric?
-Para la Convención y sobre todo para la estrategia de sus hegemonías para la construcción del texto, es una derrota gigante. Terminal. Para el Presidente es una derrota dura, sin duda, probablemente la primera en el corto pero meteórico ascenso de él y su generación; sin embargo, dado que aún debe resolverse la ruta que sigue el proceso y en ello el Gobierno y el Presidente tienen un rol central, los efectos de la derrota en su caso son aun noticia en desarrollo.
-¿Cómo debe ser el nuevo proceso para no caer en los mismos errores?
-Lo primero es aprender de la historia reciente. Asumir que un voto negativo (en contra de) habla en un solo sentido es un error. Asumir que el rechazo de la propuesta de la Convención equivale a un respaldo de un 60% a la Constitución vigente es un error equivalente al que cometieron los que vieron en el 80/20 del plebiscito de entrada un respaldo a la agenda de las hegemonías transitorias que dominaron la Convención.
La principal lección es que los acuerdos políticos estructurales no se pueden hacer sobre la base de un pegoteo de agendas particularistas. Los vapuleados consensos son solo posibles con diálogo, no con mera negociación.
-¿Qué grado de responsabilidad tienen los convencionales, como Atria, Bassa o Baradit?
-Atria y Bassa mucha. Eran liderazgos técnico-políticos relevantes de la energía de cambios que daba sustento al cambio constitucional y como tales, eran responsables sobre todo de la calidad del texto y de sus ejes fundamentales. Abdicaron de esa responsabilidad al ser sobrepasados por actores más hábiles en el manejo de las votaciones y por lo mismo son los niños símbolo de esta derrota. Baradit es una figura más anecdótica, más performática, pero no es la viga maestra del proyecto constituyente así que es inimputable, creo.
Revisa aquí los resultados comuna por comuna del Plebiscito 2022
-¿De qué manera golpea al Partido Comunista y la izquierda radical?
-Este resultado y el proceso de construcción de acuerdos que viene va a tensionar fuertemente al PC. Una de las tareas importantes del Presidente será cuidar a la dirigencia del PC para que pueda formar parte de lo que viene, pero no es claro que eso sea posible. Probablemente se fortalecerá una izquierda extra-institucional que va a tensionar al PC, dentro y fuera del partido.
-¿Cuán profundo deber ser el cambio de gabinete? ¿Quiénes deben salir?
-El cambio de gabinete deberá hacerse mirando el Congreso y ahí el Gobierno no es mayoría. Entonces, deberá ampliar la base política cuidando no caer en la trampa de las sábanas cortas. Pero más importante aún, el liderazgo político del gabinete deberá ser capaz de conducir a las dos coaliciones actuales y construir un acuerdo con una parte no menor de los liderazgos del Rechazo. Un cambio en Sepgres e Interior son inevitables. Con ello, un conjunto de otros ajustes que derivan de esos cambios. Tal vez Boric deba mirar con atención el golpe de timón de Lagos entre su primera y segunda vuelta, aunque en este caso la tarea y las condiciones son mucho más desafiantes.
-La centro izquierda estuvo dividida. ¿Qué lecciones debe sacar? ¿Es probable que una parte de ella, que votó Rechazo, se acerque a la centro derecha?
-Esos movimientos tomarán tiempo y serán tributarios de cuan relevantes sean los sectores moderados en la construcción del nuevo proceso. Insisto, un voto negativo no es un mandato unívoco, por más que los incumbentes traten de simplificar su significado para llevar agua a su molino.
-¿Este resultado pone fin a un ciclo dominado por la izquierda desde el estallido social?
-No. Creo que es una estación más en el proceso. Pero sin duda que deja al octubrismo como una expresión menos hegemónica que como se vio a si misma hasta hace poco.