Los cuatro frentes de ataque del Rechazo para cuestionar el plebiscito del 25-O
La fecha del plebiscito: ¿postergarlo o suspenderlo?
“Hay que estar siempre analizando la opción de suspender el plebiscito si aumenta el nivel de contagios. Si están las condiciones, va a haber plebiscito, pero no podemos cerrarnos desde antes”, dijo el diputado de la UDI Juan Antonio Coloma, durante la discusión, este miércoles, en sala, del proyecto de ley que busca instaurar un plebiscito seguro en medio de la pandemia del coronavirus.
En ese debate, el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, explicó que el acuerdo alcanzado entre la oposición y el oficialismo en el Senado resolvía aplicar medidas como la extensión del horario de votación, entre otras medidas, con el visto bueno de un alto quorum del consejo directivo del Servicio Electoral (Servel) y con una consulta al Ministerio de Salud.
La iniciativa se aprobó, aunque con tres votos en contra del oficialismo: Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen, ambos de RN; e Ignacio Urrutia, militante del Partido Republicano, pero integrante de la bancada UDI. Todos ellos cercanos al ex presidenciable José Antonio Kast, uno de los rostros del Rechazo extra Chile Vamos.
El debate ha resurgido esta semana por las inquietudes en Chile Vamos -sector mayoritariamente por el Rechazo- que ha planteado en torno a la realización del plebiscito el 25 de octubre próximo. Todas las opiniones en línea con lo argumentado por Coloma en la sala.
La oposición, en todo caso, ha sido tajante: no se va a suspender el plebiscito, aunque haya cuarentenas en ciertas comunas, dijo el diputado DC Matías Walker. Justamente, la iniciativa aprobada este miércoles busca que el Servel adopte dichas medidas sin afectar la realización de los comicios.
“El plebiscito más seguro es el que no se hace”, sostuvo en medio de esa discusión el diputado UDI Sergio Bobadilla. “Seamos consecuentes, si no queremos que vuelvan nuestros niños a clases en 2020 por la inseguridad que significa esta pandemia, el mismo principio y criterio debiéramos aplicar para este evento”, agregó, generando polémica.
Eso sí, su pensamiento no es aislado. Varios lo manifiestan en privado e incluso el Partido Republicano -liderado por José Antonio Kast- esta semana salió a la calle para denunciar que este es un plebiscito “inmoral, ilegítimo e irresponsable”.
Además, desde el oficialismo han levantado la ofensiva comunicacional haciendo la siguiente pregunta: “¿Qué ha cambiado en estos cinco meses?”. Y responde: “16 de marzo, Colegio Médico propone al gobierno la postergación del plebiscito constitucional. Casos activos: 183. 18 de agosto, Colegio Médico: ‘Hay condiciones para hacer el plebiscito’. Casos activos: 15.869”.
Eso lo han repetido diputados e incluso la directora ejecutiva de Libertad y Desarrollo (LyD), Marcela Cubillos. Sobre todo, luego de que la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, afirmara que sí están las condiciones para realizar el plebiscito y criticara que se esté usando la pandemia con “fines políticos”.
Sin embargo, la disputa no ha sido solo entre la izquierda y la derecha, sino que además ha traído discusiones al interior del oficialismo.
“Bajo ningún pretexto la autoridad sanitaria puede suspender el plebiscito que se realizará en octubre próximo, ni de manera nacional, regional o comunal”, dijo la mañana de este jueves el ministro Monckeberg, lo que molestó a diputados del Rechazo. En ese sentido, lo adosan que el secretario de Estado está por el Apruebo.
En el Gobierno han enfatizado que una postergación solo sería dada a raíz de un acuerdo político como ocurrió en marzo, pues su fecha original era el 26 de abril.
¿Qué nivel de participación sería “legítimo”?
Otro foco de presión ha sido si será o no legítima el plebiscito en caso de que concurra poca gente a votar. “El mundo político debe ofrecer una respuesta en caso de que no haya condiciones sanitarias para un plebiscito con una participación importante”, dijo el jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, al abordar ese debate.
El primero en lanzar la incertidumbre fue el senador RN Francisco Chahuán, quien presentó al Congreso una reforma constitucional para establecer un piso mínimo de participación. El senador UDI Juan Antonio Coloma respaldó esa iniciativa y, al igual que Cubillos, dijo que era central que este plebiscito contara con alta participación como un modo de “legitimidad”, pues, agregó, eso es justamente lo que se le reprocha a la actual Constitución.
Quien golpeó la mesa eso sí fue el ministro Monckeberg. En La Tercera aseguró que “el porcentaje de participación no es la regla para validar el plebiscito”.
“La participación no puede ser menor que la elección presidencial de la segunda vuelta (49%)”, dijo, en tanto, el decano de la Escuela de Gobierno de la U. del Desarrollo, Eugenio Guzmán, en El Mercurio.
El tironeo por la postura del Presidente y sus ministros
La semana comenzó con la discusión sobre la prescindencia del gobierno ante el plebiscito, luego de que el canciller Andrés Allamand saliera el fin de semana en tres entrevistas para recalcar su postura ante el Rechazo, tal como lo hacía cuando era senador de RN. “Lo mejor para el país es que el resultado del plebiscito fuera equilibrado, permitiría despejar extremismos y populismos de ambos extremos”, dijo en El Mercurio y contrarrestó la opinión del ministro de Defensa, Mario Desbordes, a favor del Apruebo.
El expresidente de RN afirmó en el mismo medio que hay que tener cuidado en que el resultado del plebiscito no termine llevando al gobierno a una derrota o una victoria.
Esa discusión pública entre Allamand y Desbordes fue advertida por los diputados del Rechazo, quienes, afirman, transmitieron un mensaje al canciller: dejar atrás la rivalidad con el exparlamentario para que Chile Vamos se muestre unido ante el Rechazo. Así, un grupo de diputados del bloque comenzaron este jueves una gira por el país hasta el sábado: María José Hoffmann, Jorge Alessandri, Diego Paulsen, Diego Schalper, Sebastián Torrealba, Catalina del Real, Tomás Fuentes, Guillermo Ramírez, Sebastián Álvarez, Harry Jürgensen y Juan Antonio Coloma.
La gira, en ese sentido, busca mostrar una unidad en el bloque y una postura mayoritaria por esa opción ante la opinión pública. “Los del Apruebo en la derecha caben en una pieza no más”, dicen desde ese sector.
Esa unidad partidaria, afirman en el Rechazo, busca apartar el protagonismo de los ministros y del Presidente Piñera en torno a la discusión de la nueva Constitución. “Tratar de copar los espacios y desplazar a los ministros”, afirman.
Con todo, Evópoli próximamente podría dar vuelta su postura en un consejo general -del Apruebo al Rechazo- generando un nuevo cuadro: la presión hacia RN sería mayor para que oficialmente tomaran una postura, quedando así, tres de los cuatro partidos de Chile Vamos en contra de llevar adelante una nueva Constitución.
Ahora, si el Presidente Piñera está en el Apruebo o en el Rechazo es una incógnita, sin embargo, afirman que no es “relevante, pues “la brújula no se movería demasiado” si el toma una postura. Eso sí, recalcan, no aceptarán que el mandatario públicamente se exponga al tema y se mantenga a “medias tintas”. “Eso es lo que desordena y enturbia”, dicen.
Por eso, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, criticó esta semana que el mandatario dijera: “Estoy convencido de que todos los chilenos queremos cambiar, perfeccionar y modernizar nuestra Constitución”. Al respecto, la senadora respondió: “La palabra cambiar se presta para malas interpretaciones”.
Mientras, el diputado Schalper sostuvo: “Ojalá el Presidente diga lo antes posible lo que piensa (…) somos muchos los que queremos cambiar la Constitución, pero de ahí a sostener que el camino para hacerlo es largo, costoso e incierto, que es lo nos dice la gente del Apruebo, es otra cosa; tenemos una diferencia”.
Si la mayoría de los partidos oficialmente se muestran por el Rechazo, agregan en Chile Vamos, el panorama es complejo para Piñera: no podrá salir contradiciendo a su coalición. De hecho, el presidente interino de RN, Rafael Prohens, lo advirtió esta semana: “Si el Presidente tomara la postura de decir su preferencia, tiene que recordar que él representa a un sector que está mayoritariamente por el Rechazo; si da una señal, tiene que ser hacia su sector”.
RN y la UDI, en todo caso, esta semana ya hicieron llegar el mensaje a La Moneda.
El financiamiento y el Congreso Constituyente
La UDI -e incluso diputados de RN que están por el Rechazo- se ha opuesto a la forma de financiamiento para el plebiscito que se ha planteado hasta ahora en el Congreso y por parte del gobierno: que sea a través de partidos políticos y organizaciones por donde se canalice el dinero a destinar para la campaña en las calles y en los medios de comunicación.
En ese sentido, los detractores de esta idea reprochan que las personas comunes y corrientes no puedan, por ejemplo, poner avisos en los medios de comunicaciones. “No nos compramos que los partidos se conviertan en una aduana”, critican.
En un principio, la Segpres iba a enviar una indicación para dicho proyecto de ley, pero la UDI se opuso justo en momentos en que impulsaba que en la papeleta del plebiscito la opción de Convención Constitucional sea reemplazada por un Congreso Constituyente, que será electo en 2021. El gremialismo apelaba así al ahorro fiscal y que no se dé un “espejeo” de dos “cámaras”.
En la UDI enfatizaron en que no era faltar a la palabra empeñada en el acuerdo alcanzado del 15 de noviembre, pues, recalcaban, igualmente se están logrando acuerdos paralelos en temas como el financiamiento. La discusión sobre dicho proyecto de ley se mantiene hasta el cierre de esta edición.