¿Más sabe el diablo por viejo que por diablo? El timonel cubano Juan Carlos González, de 60 años, se ríe antes de responder: "Eso pasa muchas veces, pero más vale la preparación que tengamos y la confianza que tenemos a la hora de competir".
Con la cabeza afeitada y un cuerpo poco atlético, González es uno de los al menos 34 deportistas con o mayores de cincuenta años de edad que participan de los Juegos Panamericanos de Santiago-2023, según un conteo hecho por la AFP con base en la lista de inscritos.
En total participan siete mil atletas en 39 deportes (60 disciplinas), la gran mayoría por debajo de los cuarenta años, entre ellos los compañeros del isleño en la consecución del oro y el bronce en las competencias de remo de ocho masculino y mixto.
"La experiencia vale todo. Pero, sobre todo, vale trasmitirla a los jóvenes que compitieron conmigo, transmitir las experiencias que he tenido en otros Juegos Panamericanos, porque con este son mis octavos Juegos Panamericanos consecutivos", dice a la AFP.
Antes había conquistado la presea dorada en la categoría dos remo largo con timonel en Mar del Plata-1995 y otros cuatro bronces, aunque nunca disputó unos Olímpicos.
"Enorme orgullo"
La labor como timonel consiste en seguir el rumbo y ejecutar los posibles giros del bote. No exige mayores esfuerzos físicos, apenas mantenerse por debajo de 55 kilos.
No obstante, los rivales que le acompañaron en los podios en las justas santiaguinas (Estados Unidos, Uruguay y Chile) optaron por timoneles menores de treinta años.
"Al estar con jóvenes y no tener gasto energético, digamos que me siento más que bien. Trato de estar a la par con ellos, con la alegría, la juventud", afirma, haciendo énfasis en la importancia de tener una buena preparación mental.
Como en otros 'Pan', los atletas más viejos compiten en deportes de limitada exigencia física, como equitación, vela, bolos o tiro (deportivo o con arco).
La abanderada dominicana, Yvonne Losos, de 56 años, participa en adiestramiento ecuestre, donde además enfrenta a dos de sus alumnas: la chilena Virginia Yarur (56) y la uruguaya Carolin Mallmann (50).
"Representar a República Dominicana es un enorme orgullo, llevo más de veinte años haciéndolo y cada día me hace más feliz", afirmó en un video oficial, en el que revela la receta para cuidar su cuerpo: comer "muchos" vegetales y proteínas, evitar el dulce y el alcohol.
Participante en cinco Olímpicos de invierno en luge, Julianne "Anne" Abernathy, de Islas Vírgenes de Estados Unidos, con 70 años, es la deportista inscrita más longeva. En Santiago, sin embargo, está registrada en tiro con arco, que comienza el 1 de noviembre.
Aunque no cruzan la barrera de los cincuenta años, hay varios 'veteranos' que se salen del molde: la boliviana Julia Delicia Estrada (48) en pelota vasca, el chileno José Marcelo Ponce (47) en surf, el venezolano José Calasanz Silva en kayak (45) o el estadounidense William May en nado sincronizado (44).
Santiago 2023: Los "contras" de la juventud
La local Kristel Köbrich, aunque menor, logró su sexta medalla panamericana a los 38 años al ganar el miércoles la plata en los 1.500 metros libres de natación, de alta exigencia física.
Primera nadadora en competir en seis citas panamericanas, perdió el oro por un segundo con la estadounidense Rachel Stege, de 20.
"Es una locura lo que estoy haciendo. El público y el Comité Olímpico siguen creyendo y apostando y solo puedo dar palabras de agradecimiento", afirmó.
No tanta suerte tuvo su compatriota Pamela Salman, de 59, en sus cuartos y últimos Juegos Panamericanos: tuvo su peor registro (novena) en tiro al vuelo.
Cerca de llegar a los sesenta, la bicampeona sudamericana y reconocida oncóloga atribuyó su floja presentación a una "serie de factores" poco relacionados con su edad.
"El tiro es un deporte longevo, pero yo he estirado mucho el chicle. La juventud también tiene sus contras, sin la experiencia ni la mesura" que da el tiempo, dice a la AFP, reconociendo que a su edad "no es posible la alta competición" en la gran mayoría de los otros deportes.
Salman, para quien una de las claves de su disciplina son los reflejos, cuenta que hasta una semana antes del inicio de las competiciones atendía pacientes de cáncer.
"Mi debilidad es el tema mental y no físico ni técnico", sostiene. "A esta edad me siento muchísimo más preparada, con una técnica más pulida, físicamente super bien, nada que envidiarles a las chicas de 20 años en cuanto a técnica de tiro. Pero es muy difícil sacarse las preocupaciones del trabajo".
