Un año tras explotar este escándalo también conocido como "diéselgate", unas 1.400 demandas de indemnización de inversores esperan ser tramitadas ante la Audiencia Provincial de Braunschweig, competente en el caso de la manipulación de las emisiones de gases de vehículos diesel de Volkswagen (VW).
De estas demandas, que ascienden a un monto de hasta 8.200 millones de euros, unas 750 fueron presentadas mayoritariamente por inversores privados a través de un bufete de abogados este mismo lunes 19 de septiembre, cuando se cerraba el plazo para pedidos de indemnizaciones. No obstante, al menos dos de estas demandas pertenecen también a inversores institucionales y ascienden al monto conjunto de 2.000 millones de euros, informó el Landgericht Braunschweig.
Además, el fondo de pensiones bávaro exige una indemnización de 700.000 euros, el del estado federado Baden-Württemberg pide 1,1 millones de euros y las reservas del patrimonio especial de Hesse demandan 4 millones de euros.
Corea del Sur
Entretanto, en Corea del Sur, el encargado del proceso de certificación de Volkswagen se convirtió en el primer ejecutivo de la sede central de la marca alemana en testificar ante la Fiscalía de Corea del Sur en relación al caso de presunta manipulación de datos de emisiones.
La identidad del ejecutivo no ha sido revelada ya que no comparece en calidad de sospechoso. Antes de entrar en el juzgado del Distrito Central de Seúl, el hombre dijo a la prensa que llegó a Corea del Sur como empleado de Volkswagen para cooperar con la investigación de las autoridades locales y que esclarecer los hechos es muy importante para la empresa, según declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Esta comparecencia se une a la de varios directivos citados con anterioridad, entre los que se incluyen el director ejecutivo de la unidad surcoreana, Thomas Kuehl, y el director de Audi Volkswagen en Corea, Johannes Thammer. Según la investigación, el Ministerio de Medio Ambiente ya había pedido en 2011 a la compañía que explicase las emisiones excesivas de óxido de nitrógeno de sus vehículos. Los fiscales quieren saber por qué Volkswagen no suministró la información necesaria entonces y si la sede central participó en el fraude que afectó a la unidad local.
El caso de presunta manipulación surgió en 2015, cuando se descubrió que el fabricante alemán había usado un software fraudulento para falsear las emisiones de sus vehículos en varios países, entre ellos Corea del Sur. El Gobierno surcoreano ha impuesto varias multas a Volkswagen en relación al caso, la más reciente el pasado 2 de agosto -de 17.800 millones de wones (14,3 millones de euros/16 millones de dólares-, cuando además revocó los certificados y prohibió las ventas de 80 modelos de Volkswagen en el país.
Estados Unidos
Estados Unidos también ha demandado a Volkswagen una indemnización de 30 millones de euros. Volkswagen, que el año pasado tuvo unas pérdidas de casi 1.600 millones de euros, se enfrenta a las demandas de numerosos accionistas que consideran que informó a los mercados demasiado tarde y les ha ocasionado pérdidas. A estas demandas de inversores institucionales y particulares, se ha sumado recientemente el gestor de activos Blackrock.
La Agencia de Medioambiente de EE. UU. (EPA) acusó públicamente a VW de la manipulación el 18 de septiembre del año pasado, pero hasta el 22 de septiembre VW no revisó a la baja sus objetivos de beneficio para 2015. Las acciones de Volkswagen costaban el 18 de septiembre de 2015 162,40 euros, al cierre de la negociación, horas antes de que se publicara la manipulación. El 2 de octubre ya habían caído hasta 92,56 euros, un 43 % menos, si bien se han recuperado y ahora cuestan unos 120 euros.