Uber anunció este viernes el despido de dos altos ejecutivos, una señal de que su CEO, Dara Khosrowshahi, desea afianzar su poder, un mes después de la decepcionante entrada en bolsa de la compañía estadounidense.
Las salidas del director de operaciones, considerado a menudo en las compañías como el número dos, y del responsable de marketing borran un nivel jerárquico en la empresa. Los equipos de las dos plataformas del grupo, el servicio de reservas de vehículos con conductor y el de entregas de comidas UberEats, dependerán directamente de Khosrowshahi a partir de ahora, según un correo electrónico interno de la empresa consultado por la AFP.
Tras la entrada en bolsa, "tengo ahora la posibilidad de implicarme más, a diario, en nuestras dos actividades principales", indicó el dirigente en ese correo dirigido a los empleados.
El jefe de Uber considera que ese cambio permitirá resolver los problemas con mayor eficacia, en un momento que la compañía quiere convertirse en una amplia plataforma de movilidad, "el Amazon del transporte", diversificando su oferta con otras actividades fuera de los viajes en vehículos privados para obtener su ansiada rentabilidad.
Además de UberEats, la empresa tiene servicios de alquiler de bicicletas y monopatines eléctricos y ha entrado en el sector de la entrega de mercancías por camión. Entre sus planes a futuro se incluye también UberAir, un servicio de transporte en helicóptero, y el desarrollo de una unidad de vehículos autónomos.
"Nunca es un buen momento para anunciar salidas o cambios como estos, pero tras la entrada en bolsa, he pensado que era el momento de simplificar nuestra [organización]", escribió Khosrowshahi.
Uber terminó la jornada en Wall Street con un precio por acción de 44,16 dólares, 84 centavos menos que en su estreno bursátil.
En el primer trimestre, Uber registró una pérdida de 1.000 millones de dólares tras lograr un volumen de negocios de 3.100 millones.
