El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insinuó que la deuda acumulada por el Gobierno en quiebra de Puerto Rico tendría que ser anulada para ayudar a la isla a recuperarse de la devastación causada por el huracán María.
"Vamos a encontrar una solución. Tenemos que estudiar la estructura de toda la deuda", dijo Trump en una entrevista con Fox News el martes. "Sabe que le deben mucho dinero a sus amigos de Wall Street. Vamos a tener que anular eso. Van a tener que... bueno, van a tener que decirle adiós. No sé si es Goldman Sachs, pero quienquiera que sea, ya pueden despedirse de eso".
Puerto Rico está lidiando con un desastre humanitario urgente agravado por una larga crisis de deuda que la llevó a declarar una forma de bancarrota este año. El Gobierno de la isla lleva décadas lastrado por un déficit presupuestario derivado de un gasto excesivo, y ha acumulado una deuda de US$74.000 millones.
Trump examinó los daños el martes por la tarde durante una visita a la isla, donde se reunió con autoridades locales y ofreció consuelo a los residentes que llevan sin electricidad ni agua potable desde la tormenta del 20 de septiembre. Unas 34 personas perdieron la vida por el huracán y cerca del 93 por ciento de los hogares todavía carecían de electricidad el martes.
La Casa Blanca y el gobernador puertorriqueño, Ricardo Rossello, no respondieron de inmediato a correos electrónicos y mensajes enviados la noche del martes en los que se solicitaban comentarios a las declaraciones de Trump sobre la deuda de la isla.
Moody’s Analytics estimó que la isla ha sufrido daños por unos US$95.000 millones derivados de huracanes. Con una limitada capacidad financiera para recuperarse de la tormenta por cuenta propia, el Gobierno de la isla dependerá en gran medida de la ayuda de Washington para recuperarse.
La Casa Blanca está elaborando un paquete de ayuda por desastre de US$29.000 millones, que tiene la intención de presentar al Congreso, el cual incluirá US$16.000 millones para reforzar el programa federal de seguro contra inundaciones y otros US$13.000 millones adicionales para cubrir toda la temporada de huracanes e incendios forestales, entre ellos las grandes tormentas que azotaron Texas, Luisiana y Florida, así como Puerto Rico, según un republicano.
En una reunión informativa con autoridades locales mantenida en un hangar de aeropuerto, Trump se quejó -quizás en broma- sobre el coste de la respuesta federal a la tormenta. "Odio decirlo, Puerto Rico, pero han desequilibrado un poco nuestro presupuesto, porque hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico y eso está bien, hemos salvado muchas vidas", declaró Trump.
Puerto Rico comenzó a incumplir los pagos de sus deudas hace dos años, en un intento por evitar recortes presupuestarios draconianos que, según los responsables, asestarían otro golpe a una economía ya en contracción. Con casi la mitad de sus 3,4 millones de residentes sumidos en la pobreza, el Gobierno presentó una solicitud de suspensión de pagos a acreedores en mayo.
Más deuda
Con una población del tamaño de Connecticut y una economía más pequeña que la de Nebraska, Puerto Rico acumula la mayor deuda de un gobierno estatal de Estados Unidos, después de California, Nueva York y Massachusetts. Atraído por el hecho de que se trata de una inversión libre de impuestos en Estados Unidos y un grado de riesgo lo suficientemente elevado como para generar una alta rentabilidad, Wall Street facilitó la deuda a Puerto Rico.
No queda claro cómo se podría anular la deuda del territorio fuera del tribunal de bancarrota. Aún así, "borrar" una deuda municipal de US$$74.000 millones, de la que millones están garantizados por la Constitución de la isla, sacudiría la confianza de los inversores en un mercado considerado desde hace mucho tiempo como uno de los refugios más seguros. Los prestatarios municipales de menor calificación seguramente verían aumentar el coste de sus préstamos ya que los mercados contabilizarían el riesgo añadido.
Los precios de los bonos del territorio estadounidense ya se habían desplomado a mínimos históricos.
El martes se negociaron US$2,5 millones de bonos obligatorios de referencia de la isla con un cupón del 8 por ciento y vencimiento en 2035 (rescatables en 2020) a un mínimo histórico de 44 centavos, según datos compilados por Bloomberg. Esta cifra contrasta con los 56 centavos a principios de septiembre.