Al parecer el desempleo no empieza a reflejar todavía el impacto del conflicto social en el mercado laboral. Muy por debajo de lo esperado, la tasa de desempleo para el trimestre móvil septiembre-noviembre se ubicó en 6,9%, escalando a penas 0,1 punto porcentual en comparación con el mismo período del año anterior, según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Esta cifra no se condice con el 7,6% que estimaba el mercado según la última encuesta de Bloomberg. De hecho, todo apuntaba a que en este trimestre móvil se empezaría a notar el temor a una destrucción de empleo que superará los dos dígitos en los siguientes períodos y que se hará sentir con fuerza en el último trimestre del año.
Los ocupados durante este período crecieron un 1,4% mientras que la fuerza de trabajo lo hizo a un mayor ritmo de 1,5%.
La tasa de desocupación femenina se empinó a 7,8%, creciendo 0,5 puntos porcentuales en comparación con igual período del año anterior. En contraste, en los hombres cayó 0,3 puntos porcentuales ubicándose en 6,2%.
Por sectores en el reporte del INE se señala que el aumento de los ocupados fue impulsado mayormente, por los sectores construcción que creció un 6,3% y actividades de salud con un 6,4%. En tanto el comercio, que ha sido uno de los segmentos más golpeados por la cara de violencia que se registro entre octubre y noviembre, mostró un alza de 1,6%.
Los principales retrocesos por actividad económica estuvo en comuniccaciones con 20,1%, explicado principalmente por las labores de programación y consultorías programáticas. A esto se suma el deterioro en la industria manufacturera con una caída de 3,6%.
Según categoría ocupacional, los mayores incrementos están en los empleadores con un 3,5% y personal de servicio doméstico con un 3,2%. El informe destaca el alza de los asalariados formales con un 2,3%, correspondiente a 109.312 personas y los trabajadores por cuenta propia que crecieron 1%.
En tanto el familiar no remunerado cayó 24,6% y los asalariados informales lo hicieron un 0,8%.
Por grupo ocupacional técnicos y profesionales de nivel medio aumentaron un 13,6%, mientras que profesionales, científicos e intelectuales lo hizo un 8,9%. En donde se concentró una mayor destrucción de empleo fue en directivos y gerentes con un 30,4% y en el personal de apoyo administrativo con un 22,6%.