Uno de los precandidatos presidenciales, Joaquín Lavín, encendió polémica esta semana cuando propuso usar los fondos del Seguro de Cesantía como una alternativa a un tercer retiro de los fondos de pensiones de las AFP.
Pero, ¿de qué se trata este seguro y cómo funciona? Es un mecanismo que tiene por objetivo proteger a los trabajadores cuando éstos se encuentran cesantes. Existen las Cuentas Individuales de Cesantía (CIC), de propiedad de cada trabajador afiliado y, además, un Fondo Solidario de Cesantía (FSC).
De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Pensiones, a diciembre de 2020, hay 10,4 millones de afiliados con Cuentas Individuales de Cesantía, de los cuales 4,6 millones son afiliados activos.
Mientras que en las CIC se encuentran acumulados US$ 8.698 millones, en el FSC hay US$ 3.751 millones, logrando un total de US$ 12.449 millones, cifra inferior en 3,1% a lo alcanzado en 2019.
Según los últimos datos disponibles, a noviembre del año pasado, 2.017.806 personas no registraban ningún saldo en sus Cuentas Individuales de Cesantía. Al mismo mes de 2019, el dato fue de 1.168.195. De este modo, durante el 2020, unos 850.000 trabajadores se quedaron sin recursos personales en el Seguro de Cesantía.
En tanto, de acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda, actualizados por última vez el 10 de enero, indican que 775.805 trabajadores se han acogido a la suspensión de contrato que establece la Ley de Protección del Empleo, usando así sus recursos disponibles en el Seguro de Cesantía.
La administración y las inversiones
Los dineros de este mecanismo son gestionados por la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC), la que es presidida por Karin Jürgensen, y en cuya propiedad están cuatro de las siete AFP del sistema.
Así, un 48,6% de sus acciones son controladas por AFP ProVida, otro 29,4% pertenece a AFP Capital, mientras que un 16,7% y el restante 5,3% son propiedad de AFP Cuprum y AFP PlanVital, respectivamente.
La AFC se encarga de invertir los recursos de los fondos del Seguro de Cesantía, con el objetivo de hacerlos crecer con las rentabilidades, similar a lo que hacen las AFP con los fondos de pensiones.
Actualmente, un 89% de los recursos de las CIC se encuentran en instrumentos nacionales, la gran mayoría en renta fija, como bonos o depósitos. El otro 11% se ubica en el extranjero, también con su mayoría en la renta fija.
Por el lado del FSC, el 88,6% está invertido en el país, con un 5,2% en la renta variable y un 83,7% en la renta fija. El 11,4% restante se encuentra en vehículos extranjeros, distribuidos en un 5,6% en renta variable y un 5,8% en renta fija.